El aumento de la violencia e inseguridad, aunado a la severidad de los desastres provocados por fenómenos naturales, agravan la situación de los grupos vulnerables, como los desplazados o refugiados, advirtió el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés).

En México se puede hablar de otro tipo de violencia. En este país tenemos poblaciones desplazadas por la inseguridad del crimen organizado. Entonces, si la violencia es un elemento grave, ya sea por medio de un ejército regular o irregular, de un enfrentamiento armado o el crimen organizado, es un actor que incide en romper a las comunidades y hacer aún más vulnerable la situación de estas personas, dijo Leonor Calderón, representante en México del Unfpa.

En el contexto del Día Mundial de la Población, esta agencia de Naciones Unidas precisó que para finales de 2014, casi 60 millones de personas en todo el mundo se encontraban desplazadas de su lugar de origen.

Las mujeres, los niños y las niñas constituyen 80 por ciento del total de refugiados y personas internamente desplazadas.

A escala regional, precisó Calderón, América Latina y el Caribe son altamente vulnerables a desastres (especialmente terremotos, sequías, huracanes), los cuales tienen un costo de hasta 40 por ciento del producto interno bruto.

Los desastres tienen origen en el aumento de la urbanización, deforestación y degradación del medio ambiente y cambio climático.

Al aumento (al triple) de los desastres naturales se suma el incremento de los conflictos violentos que afectan desproporcionadamente a las mujeres y a las jóvenes, dijo durante la conferencia Poblaciones vulnerables en situaciones de emergencia.

Según el Índice de Paz Mundial, citado por el Unfpa, desde 2008, 111 países se han vuelto menos pacíficos y han entrado en conflicto parcial o total. De este grupo, con más violencia, destacan la República Centroafricana, Egipto, Siria y Sudán del Sur, así como Yemen y Nigeria.

Unos 140 millones de mujeres y jóvenes en edad reproductiva y 16.8 millones de mujeres embarazadas residen en los 11 países menos pacíficos.

La violencia y los desastres provocan que la población se desplace a un lugar distinto de su lugar de origen o residencia; en muchos casos, pasan semanas, meses o años huyendo o viviendo en albergues o en asentamientos transitorios.

Las víctimas más vulnerables

Las víctimas, en especial las mujeres, se tornan, además, más vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación sexuales.

Los jóvenes refugiados también pueden resultar muy afectados por la ausencia de modelos de comportamiento, por el quiebre de los sistemas sociales y culturales, pero también por la exposición a la violencia y el caos. Igualmente, por la interrupción del trabajo y la asistencia escolar y por los traumas sicológicos derivados de la vivencia del desastre.

Los factores anteriores pueden empujarlos a iniciar su actividad sexual a una edad demasiado temprana e incurrir en otros comportamientos de alto riesgo, como el consumo de estupefacientes y alcohol.

Las situaciones de violencia sexual se presentan también con mucha frecuencia en los albergues, los grupos más afectados en una situación, por ejemplo, de desastres naturales, son los que vienen ya de una situación de pobreza y en condiciones precarias en su salud, comentó.

Ante ello, el Unfpa hizo un llamado para proteger la salud y los derechos de las mujeres y las niñas, particularmente en situaciones de emergencias, conflictos y crisis humanitarias.

La secretaria general del Consejo Nacional de Población, Patricia Chemor Ruiz, dijo que actualmente se realiza una investigación para determinar el estado actual de la migración interna y sus causas.

El lema de la conferencia fue Sin excusas, cuidar la vida de una mujer es prioridad, en cualquier circunstancia y en todo momento.