Berlusconi: larga agonía judicial
ace dos semanas, mencionamos aquí que, luego de ser absuelto del delito de corrupción de menores, Silvio Berlusconi recibiría una mala noticia de la justicia italiana. Fueron dos. Por un lado lo acaban de condenar por comprar el voto de un senador mientras la fiscalía de Milán lo acusa de pagar hasta 12 millones de dólares a 21 jóvenes mujeres para que mintieran en el juicio de la marroquí Karima El Marough, mejor conocida como Ruby, protegida del discutido político.
La fiscalía tiene pruebas de que el ultraconservador dirigente pagó a las jóvenes en cheques y transferencias bancarias. Igualmente en metálico, regalos, gastos médicos, uso de coches y proporcionándoles vivienda gratuita. Se les conoce como las muchachas Olgettine, porque vivían en un complejo residencial propiedad del magnate, ubicado en la calle Olgettina, en Milán. Las jóvenes acudían a las fiestas que Berlusconi celebraba en su mansión de Arcore, cerca de esa ciudad. Ruby dijo que para él eran una manera de combatir la soledad
.
El zar de los medios enfrentó cargos por mantener relaciones sexuales con Ruby, cuando ésta era menor de edad y por abuso de poder al intervenir como primer ministro para que fuera puesta en libertad luego de ser detenida por robar dinero a una prostituta. Berlusconi admitió que entregó a la chica unos 65 mil dólares, pero no a cambio de favores sexuales, sino porque le había conmovido su historia
y quería ayudarla a abrir un salón de belleza.
Aunque el 10 de marzo pasado el Tribunal Supremo de Italia lo absolvió de ambos delitos, las nuevas investigaciones cuestionan la resolución de dicho tribunal. Numerosos documentos prueban que las 21 jóvenes mintieron a cambio de dinero. Por ocultar la verdad de los hechos están acusados también el abogado de las jóvenes, el presidente de la productora cinematográfica Medusa y la funcionaria de policía que ocultó la verdad sobre la liberación de Ruby de la comisaría milanesa, concedida gracias a la intevención de Berlusconi.
La fiscalía de Milán solicitó ya la colaboración de las autoridades mexicanas en lo relacionado con el enriquecimiento inexplicable de Ruby. Todo indica que recibió, por lo menos, 9 millones de dólares a cambio de afirmar durante el juicio contra Berlusconi por abuso sexual, que él desconocía que ella era menor de edad. Con ese dinero adquirió varias propiedades en la ciudad turística de Playa del Carmen, Quintana Roo, y en Dubai.
Casada y madre de una niña, su esposo es quien le administra las propiedades en México, donde Ruby se mueve con discreción. En cambio, los fotógrafos de las revistas del corazón la han captado en lujosos restaurantes y centros comerciales de Dubai y practicando allí deportes de alto riesgo.
La agonía judicial de Berlusconi se alarga.