Viernes 10 de julio de 2015, p. 36
Toluca, Méx.
Pobladores de San Francisco Xochicuautla, municipio de Lerma, solicitaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que emita medidas cautelares para evitar que continúe la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, porque, aseguran, provocará graves daños al ecosistema.
Hace algunos días la empresa Autovan, propiedad de Juan Armando Hinojosa –uno de los contratistas predilectos de las autoridades mexiquenses desde hace años–, reanudó los trabajos.
El 30 de junio Autovan introdujo a la zona boscosa de Xochicuautla maquinaria pesada para continuar con las obras de la autopista, lo que violó una suspensión provisional concedida por un juez de distrito para que se detuvieran las obras hasta que fueran aprobadas por la mayoría de la comunidad.
Apoyada por al menos un centenar de policías estatales, la compañía comenzó a demoler cuatro de las 12 casas del paraje El Zopilote. Los propietarios de esos inmuebles aceptaron vender sus tierras, pero no les han pagado. Los ocho propietarios restantes se oponen a la autopista.
Los comuneros de Xochicuautla se han opuesto desde 2004 a este proyecto, diseñado en el sexenio de Arturo Montiel. Afirman que la autopista causará daños graves al área natural protegida Bosque de Agua, parte del acuífero de la cuenca del Lerma.