Estrasburgo.

Una carrera para salvar a Grecia de la bancarrota y mantenerla en la zona euro cobró impulso este miércoles cuando Atenas solicitó formalmente un préstamo de tres años a cambio de una serie de reformas, y las autoridades europeas comenzaron una revisión acelerada del pedido. Pero será el próximo domingo cuando una cumbre de la Unión Europea (UE) decida si rescata al país mediterráneo.

En medio de aplausos y abucheos aislados, el primer ministro griego Alexis Tsipras pidió ante el Parlamento Europeo un acuerdo justo, al subrayar que su país busca un pacto que permita salir de manera definitiva de la crisis, que muestre que hay luz al final del túnel, después de que los líderes europeos le dieron cinco días para presentar reformas convincentes.

Seis años de recesión

El gobierno griego presentó el pedido al fondo de rescate del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera para prestar una cantidad no especificada de dinero, que será usada para cumplir con las obligaciones de deuda de Grecia y asegurar la estabilidad del sistema financiero, en lo que sería su tercer plan de rescate luego de seis años de recesión.

La semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI) cifró en 50 mil millones de euros (unos 55 mil millones de dólares) la ayuda adicional que necesitaría Atenas hasta 2018, pero las necesidades podrían haber aumentado en vista de las dificultades que vive el país. Incluso extraoficialmente se mencionó que esta es la cifra que el gobierno griego solicitó.

Mientras Tsipras participaba en el debate con los europarlamentarios en Estrasburgo, Francia, su gobierno envió el pedido de rescate en que se compromete a comenzar a implementar medidas impositivas y de pensiones, ya desde este lunes. Explicó que será un paquete completo de reformas y medidas en el área fiscal, estabilidad financiera y de medidas a favor del crecimiento.

Tsipras dijo que los griegos no tienen más opción que pedir una salida de este punto muerto, y prometió entregar las propuestas detalladas de reformas este jueves. Evitó en general la retórica furiosa que ha alineado a muchos de sus socios, volvió a criticar planes de una austeridad interminable y acotó que la crisis griega representa la impotencia colectiva de Europa.

El jefe del grupo de ministros de Finanzas de los 19 países que componen la zona euro, Jeroen Dijsselbloem, le pidió a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo que evalúen el pedido de préstamo, estudien la sostenibilidad de la deuda y aquilaten si Grecia plantea un riesgo para la estabilidad financiera de la zona euro.

Así, se busca que los ministros del Eurogrupo que se reunirán el sábado estén en posición de recomendar un préstamo y algunos puentes de financiamiento de emergencia, que aprobaría el domingo una cumbre de los 28 líderes de la UE y ya no únicamente los 19 de la euro zona, si están satisfechos con los compromisos de reforma griegos.

En la Eurocámara algunos diputados levantaron carteles con la palabra OXI (no, en griego) durante la participación del primer ministro Alexis TsiprasFoto Ap

Es realmente el momento decisivo tanto para Grecia como para nosotros, declaró ante el pleno de la Eurocámara el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, luego de la intervención de Tsripas. Reiteró que el plazo final para que Grecia envíe planes de reforma convincentes y comience a aplicarlos se cumple esta semana.

Advirtió a los griegos y a los acreedores que sin unidad nos despertaremos dentro de cuatro días en una Europa diferente; es nuestra última oportunidad. Resaltó que nuestra incapacidad de hallar un acuerdo podría llevar a la bancarrota de Grecia y la insolvencia de su sistema bancario. Esto, dijo, causará dolor al pueblo griego y afectará a Europa en el sentido geopolítico.

En la agitada Eurocámara, algunos diputados levantaron carteles con la palabra OXI (No, en griego) para apoyar el rechazo de los griegos en el referendo del domingo pasado a una mayor austeridad, mientras miembros de la extrema derecha alabaron al gobierno izquierdista por plantar cara a lo que muchos denominaron la oligarquía europea. La Eurocámara parecía mostrar división ante la crisis griega.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, aseguró que pedirá al Parlamento en Berlín que autorice la apertura de negociaciones para el préstamo si las medidas son consideradas satisfactorias. Dejó claro en una conferencia de prensa a medianoche que no soy exageradamente optimista ante la perspectiva de hallar un acuerdo para el domingo que salve a Grecia.

Grecia captó este miércoles mil 625 millones de euros de bonos del Tesoro a seis meses, a la misma tasa de 2.97 por ciento con respecto a la emisión de hace un mes, anunció la Agencia de la Deuda Griega (PDMA). Esta emisión de bonos del Tesoro a corto plazo es mensual.

La reunión de los líderes de la UE el domingo es realmente la fecha límite definitiva para que Grecia alcance un acuerdo con sus acreedores o enfrente un colapso económico, apuntó el Banco Central Europeo. Mientras la Comisión Europea indicó haber detallado planes para una salida de Grecia de la zona euro si no cumple, Francia dijo que la nueva propuesta de Tsipras es equilibrada y positiva.

La directora general del FMI, Christine Lagarde, dijo a su vez que es necesaria una restructuración de la deuda de Grecia para que sea viable. Aseguró que está comprometida a encontrar una solución a la crisis en ese país, en contraste con la posición europea, que ha rechazado por ahora una opción de este tipo.

Error geopolítico, advierte EU

En tanto, Estados Unidos advirtió a Europa que permitir un colapso económico y financiero en Grecia sería un error geopolítico. El secretario del Tesoro, Jack Lew, dijo que ha estado en constante contacto con funcionarios europeos por la crisis de deuda griega, que amenaza con provocar una salida de Atenas de la zona euro y aumentar las dificultades para el pueblo heleno.