El fin de semana pasado, un problema técnico arriesgó su operación de nueve años y medio
Científicos afirman que hay vida microorgánica en el cometa estudiado por el robot Philae
Martes 7 de julio de 2015, p. 3
Cabo Cañaveral/París.
La NASA dijo ayer que espera que su sonda New Horizons vuelva a estar en operación este martes, luego de que un problema técnico ocurrido el fin de semana amenazó su histórico acercamiento a Plutón.
Casi en el final de su viaje de nueve años y medio hacia los confines inexplorados del sistema solar, la sonda interrumpió su comunicación de radio con la Tierra el sábado, durante unos angustiosos 81 minutos.
La causa del problema fue un fallo de sincronización en la última serie de software cargado a la nave, dijo la NASA a última hora del domingo.
La misión brindará las primeras observaciones cercanas de Plutón, cuando pase a unos 12 mil 550 kilómetros del helado planeta a las 13:50 horas del 14 de julio.
Ahora, con Plutón a la vista, estamos a punto de volver a la operación normal
, dijo el director de ciencia planetaria de la NASA, Jim Green.
Los esfuerzos de diagnóstico y recuperación se complicaron por las nueve horas que demora en llegar la comunicación a la sonda, que se encuentra a miles de millones de kilómetros de la Tierra.
La sonda no transporta la cantidad de combustible suficiente para frenar su velocidad y colocarse en la órbita de Plutón, pequeño mundo en la región del Cinturón de Kuiper del sistema solar.
Los científicos creen que Plutón y los miles de objetos recientemente descubiertos en esa región son miniplanetas congelados y bloques que datan de la formación del sistema solar, hace 4 mil 600 millones de años.
New Horizons pasó la mayor parte de su larga travesía hasta Plutón en hibernación. Volvió a operar en enero para comenzar a recoger datos.
Una teoría fascinante
El cometa Churyumov-Gerasimenko, donde aterrizó el robot europeo Philae en noviembre pasado, podría albergar microorganismos en abundancia, según una teoría que presentaron ayer dos astrónomos durante una reunión científica en Gran Bretaña.
Si se confirma, aportaría fuerza a la teoría según la cual los cometas desempeñaron un papel importante en la aparición de la vida sobre la Tierra. Las comunidad científica piensa que no sólo aportaron agua, sino que también sembraron los océanos con moléculas orgánicas complejas.
Los cometas son pequeños cuerpos del sistema solar constituidos por un núcleo integrado por hielo, materia orgánica y rocas, todo rodeado por polvo y gas.
Desde agosto, el cometa 67P/Churymov-Gerasimenko está escoltado por la sonda europea Rosetta en su camino al Sol, actualmente a una velocidad de 32.9 kilómetros por segundo.
Los datos recopilados por la misión Rosetta han puesto en evidencia una superficie negra, rica en materiales orgánicos complejos, que cubre el hielo. Las imágenes muestran grandes mares
así como lagos de cráteres que podrían estar constituidos por agua congelada cubierta por desechos orgánicos, y grandes bloques. Todos estos elementos son compatibles
con la presencia de organismos vivos microscópicos, señalaron Max Willis, de la Universidad de Cardiff, y Chandra Wickramasinghe, director del Centro de Astrobiología de Buckingham, durante una reunión de la Real Sociedad Astronómica, en Llandudno, en Gales.
“Rosetta ya mostró que un cometa no debe ser considerado un cuerpo muy frío e inactivo, ya que puede que resulten más acogedores para los microorganismos que el Ártico”, afirmó Willis.
La detección por el robot Philae de moléculas orgánicas complejas en abundancia sobre la superficie del cometa aporta una prueba
de la presencia de vida, según los investigadores.
El propósito de la misión Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA), es comprender mejor la evolución del sistema solar desde el momento de su nacimiento. Lanzada en marzo de 2004, Rosetta viajó durante 10 años acompañada por Philae hasta reunirse con el cometa 67P. El 12 de noviembre el robot aterrizó en el cometa, en una primicia histórica.