De dilemas y enemas
l ser humano, sea académico, obrero, ejecutivo, ministro religioso, intelectual o incluso político, nacional o extranjero, creyente o descreído, hombre o mujer, a estas alturas de la evolución le sigue costando la vida enfrentar la muerte y, sobre todo, su propia, inevitable condición de mortal. Factores culturales, religiosos, ideológicos y mediáticos continúan impidiendo, según las convicciones, temores o utilidades respectivas, aceptar con naturalidad la muerte y terminar libre y dignamente. Demasiados intereses frenan la creación de nuevos paradigmas de crecimiento personal y social. Falsos dilemas abundan; faltan enemas de conciencia.
Ismael García Martínez escribe: Aunque muy posiblemente su función no sea ayudar o consolar a todas las personas que escriben a ese espacio, tal vez podría poner a consideración de la dama que anteriormente compartió su situación algunas reflexiones, que al fin tarde o temprano todos morimos y lo único que nos queda es pasarla lo mejor que podamos
.
“Esta dama tiene 44 años, por lo que aún no es anciana. No tiene hijos, por lo que en este tiempo de neoliberalismo y sobrepoblación es virtud y ventaja no exponer a nuevos seres humanos inocentes a esto
. Tiene pareja, aunque enferma y descuidada, pero por algo la tiene. En el presente tiene salud excelente que es el mayor tesoro, y la cuida. Aún tiene padres y se cuidan.
“Quien la clasificó como sociópata está equivocado, pues la mayor parte de la sociedad se halla dominada mental y físicamente (lo que come y bebe, etc.) por los grupos de poder mundiales y locales (como diariamente lo hace ver La Jornada), por lo que si ella está emancipada en algún grado también es difícil, entendible y explicable llevar relaciones múltiples y fuertes con una mayoría alienada.
Podría ocuparse mejor del presente y vivirlo. El futuro llegará, así como los inevitables envejecimiento y muerte. Como todo el que así lo decida, puede suicidarse antes de que estos lleguen o a las primeras manifestaciones de los procesos. Hay muchas formas; puede ocupar algo de su tiempo en dejar su documento de voluntad anticipada y tratar de disfrutar el presente. Millones estamos en su situación, así que ojalá se diera la opción del suicidio asistido o no asistido para no involucrar a otros. Nunca estamos solos, siempre contamos con nosotros mismos para darnos valor y ver tanto la vida como la muerte con humor y sereno desafío.