Organizaciones vecinales detendrán las obras privadas y públicas que no presenten la manifestación de impacto ambiental autorizada e implique el derribo de árboles, pues hoy, advirtieron, se requiere una planeación de ciudad.

Integrantes de las organizaciones La Voz de Polanco, Pueblo de Xoco, Red Anáhuac, Tlalpan Consciente, Vecinos Unidos de la Florida y Santa Fe, Comité Pedregal y las asociaciones de Coyoacán y de la zona conurbada sumarán esfuerzos para cumplir con esa tarea.

Susana Kanahuati, integrantes de Vecinos Unidos, señaló que ninguna colonia, pueblo o código postal está a salvo de que desarrolladores inmobiliarios o autoridades capitalinas destruyan su entorno con nuevas viviendas, plazas comerciales o vialidades.

El interés económico, afirmó, es lo único que les importa y ejemplo de ello son los artículos 40, 41 y 42 de la Ley de Desarrollo Urbano, que han dado al traste a la ciudad con obras por doquier, sin importar si está permitido o se cuenta con infraestructura y servicios.

Kanahuati añadió que este lunes declararán una moratoria urbana, que significará impedir cualquier proyecto si no se cuenta con una planeación de ciudad y una consulta vinculatoria con la sociedad, que ha quedado al margen de cualquier decisión de gobierno, explicó.

Para ello, se usarán todos los recursos legales, políticos, económicos y sociales para defender una planeación de la ciudad, y no se busque comprar a los vecinos con la idea de que los árboles talados será sustituidos por otros de gran altura, mencionó.

Tan sólo en Mixcoac se colocaron bugambilias, prohibidas en el programa parcial de la colonia Florida, y se están secando, lo cual significa un gran negocio para la Secretaría de Medio Ambiente y arboricultores, dijo.

Para Miguel Valencia, de Ecomunidades, señaló que nos estamos quedando sin árboles por obras inmobiliarias y viales, porque tenemos una ley ambiental local espantosa, que debe reformarse, pues en esta administración se duplicó el número de árboles derribados, cerca de 6 mil 200, contra 3 mil que significaron la supervía y los distribuidores viales.

Hoy, destacó, los desarrollos inmobiliarios, las plazas comerciales y las obras viales se han convertido en los grandes enemigos de la ciudad, pero nadie pone un alto.

Por otra parte, el diputado local César González Madruga pidió a los capitalinos volverse defensores de los árboles, pues los proyectos inmobiliarios han sido una forma silenciosa de ir acabando con la naturaleza.