La militancia, decepcionada, insiste el senador
Domingo 5 de julio de 2015, p. 7
La renovación de la dirigencia del PAN ha propiciado un realineamiento de los grupos en torno a los dos aspirantes que han manifestado interés en el cargo.
A la candidatura de Ricardo Anaya, diputado con licencia, se ha sumado el maderismo, incluso algunos calderonistas e integrantes de la ultraderecha, como Roberto Gil y Juan Manuel Oliva, ex gobernador de Guanajuato.
El senador Javier Corral también ha logrado el respaldo de panistas ubicados en el calderonismo y miembros de la extrema derecha, como Gabriela Ruiz del Rincón (quien coordina su campaña) y Ana Teresa Aranda, así como de militantes de larga trayectoria inconformes con la conducción del partido, como Fernando Canales, ex gobernador de Nuevo León.
En el ámbito de la precampaña, ayer sólo Corral tuvo actividades públicas. De gira por Nuevo León y San Luis Potosí, dijo que el PAN vive un momento muy crítico en el que se da la batalla definitiva o se perderá el partido.
La militancia está decepcionada, resaltó, y muchos correligionarios tienen un pie fuera del instituto, a lo que se suma el tener una votación nacional de 21 por ciento, cuando desde 1991 no se tenía menos de 24 por ciento.
La tragedia de México, dijo, no es sólo el regreso del PRI, sino que el PAN se muestra impedido para denunciar la corrupción, porque ha perdido la fuerza moral.
Preguntó qué habría sucedido si a (Vicente) Fox o a (Felipe) Calderón les hubiera salido una Casa Blanca como al presidente Enrique Peña Nieto: habría habido un linchamiento, pero por qué Acción Nacional no denuncia los escándalos de corrupción, porque se nos enredaron las colas, respondió él mismo ante sus correligionarios.