arlos Monedero, del par­tido español Podemos, ha hecho declaraciones interesantes sobre la situación de México y el emergente partido Morena (Reforma, 29/6). Muchos piensan que debemos imitar a Podemos; que en México está a punto de surgir algo parecido o que Podemos y Morena se identifican. Vale la pe­na marcar similitudes y diferencias. Los dos movimientos parecen emerger de circunstancias parecidas: el hartazgo ciudadano ante gravísimas condiciones por las que atraviesa no sólo México y América Latina, sino España y el mundo entero. Ambos son respuesta a la explotación extrema por gobiernos padrinos de empresas monopólicas y oligopólicas, tanto de los trabajadores como del ambiente. Ambos parecen alternativas a rebeliones que pudieran estallar y responden al agotamiento del bipartidismo en España y la partidocracia en México.

Las diferencias son mayores. Nosotros vivimos en un déficit democrático; ni siquiera nuestras elecciones son confiables. En España han cumplido casi 40 años de comicios genuinos. En México, la respuesta ciudadana y la presión sobre el gobierno es muy baja. Atrocidades como los 20 mil desaparecidos, incluyendo 43 estudiantes de Ayotzinapa, hubieran ocasionado la caída del régimen en cualquier democracia auténtica. Monedero tiene razón cuando dice que, aunque estén dadas las condiciones en México para la insurgencia popular, los niveles de conciencia son insuficientes, como se hace evidente en la compra de votos en los comicios. En España hay corrupción, pero la impunidad es mucho menor que en México, donde gobierno y partidos parecen en pacto tácito para encubrir fechorías. Sólo una venganza gubernamental, como los casos de Elba Es­ther y Ebrard, pueden romper esa regla. Aquí no se ha producido nada como el movimiento de Indignados que dio un punto de apoyo a Podemos. Morena no ha recibido recursos de ninguna fuente foránea o local y se ha construido, básicamente, por voluntarios. Podemos, al buscar el poder, ha te­nido que hacer concesiones en sus propuestas. La trayectoria de Morena es muy consistente. Morena no puede ni debe imitar a Podemos, ni seguir su trayectoria, ni sus objetivos. Nace en un país con 70 por ciento de pobres. En España la clase media es mayoritaria. Nuestro producto per cápita es de 8 mil 61 euros, en España de 22 mil 780 euros. En España las instituciones tienen vigor; en México son instrumentos de poder político. El pronóstico sobre Morena es muy complejo. Aunque no viene de un movimiento social como el de M15, puede provocarlo. Va a requerir pasión, mesura y consistencia. No puede imitar las soluciones foráneas, como en México hemos intentado hacer siempre. Emerson decía que la envidia es ignorancia y la imitación suicidio.

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