Es acusada de estafa, al vender medicamentos a sobreprecio
Domingo 5 de julio de 2015, p. 18
Tegucigalpa.
Un juez ordenó el arresto de la vicepresidenta del Congreso Nacional de Honduras, acusada de estafar al Ministerio de Salud con la venta de medicamentos a sobreprecio, informó este sábado un portavoz judicial. Lena Gutiérrez, del gobernante Partido Nacional, se presentó el viernes ante un juzgado, días después de que las autoridades emitieron la orden de captura contra ella, su padre y dos hermanos bajo cargos de fraude, delitos contra la salud y falsificación de documentos.
El juez fijó a Gutiérrez una fianza de 1.42 millones de dólares para ser juzgada en libertad y de 948 mil dólares a cada uno de sus familiares, señaló el portavoz del Poder Judicial, Melvin Duarte.
Gutiérrez niega los cargos y asegura que en 2009 vendieron la farmacéutica Astropharma, acusada de comercializar medicamentos a sobreprecio y adulterados.
El juez también ordenó la detención domiciliaria de tres ejecutivos de la compañía y les impuso fianzas de 474 mil dólares. Además, acusó a nueve funcionarios del Ministerio de Salud de prevaricato y falsificación de documentos. Ellos serán juzgados en libertad.
Esto ocurre tras el desfalco de más de 200 millones de dólares en el estatal Instituto del Seguro Social Hondureño, centro del mayor escándalo de corrupción del país en décadas y que ha llegado a salpicar al presidente Juan Orlando Hernández.
Desde hace semanas los hondureños protagonizan multitudinarias marchas de protesta, en las cuales exigen la renuncia del mandatario, quien reconoció que parte de los fondos de su campaña electoral, con la que llegó al poder en 2014, provenían de empresas vinculadas con el multimillonario fraude.
Los manifestantes exigen que el gobierno pida a la Organización de Naciones Unidas que establezca en Honduras una comisión internacional contra la impunidad, similar a la que opera en Guatemala, pero Hernández se ha negado a formular la solicitud.
El gobierno impulsa un diálogo que ha sido aceptado por varias organizaciones sindicales, empresariales e iglesias, pero ha sido rechazado por el llamado movimiento Oposición Indignada y los tres partidos políticos más fuertes del bloque opositor.