El especialista Javier Benítez participó en taller de periodismo científico en Colombia
cresta de la ola, estudios genéticos de 250 tumores malignos
Permitirá conocer igual número de tipos de cáncer, las alteraciones que los causan y los cambios de cada uno, explicó
Abrirá el camino hacia el desarrollo de medicamentos específicos
Viernes 3 de julio de 2015, p. 40
Cartagena, Col.
Los alcances de la medicina personalizada están por abajo de lo que se esperaba y, aún así, el futuro próximo plantea nuevas expectativas porque el conocimiento avanza muy rápido. En poco tiempo se tendrán los resultados de investigaciones sobre 250 tumores malignos, las alteraciones genéticas que los causan, los subtipos posibles y los cambios de cada uno en sus diferentes etapas, aseguró Javier Benítez, director del Programa de Genética del Cáncer Humano del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), de España.
Señaló que en el campo de la genómica el desarrollo de la tecnología está en la cresta de la ola
. Hay equipos de secuenciación rápida del genoma humano y, sí, en uno o dos años se logrará tener la información de los diferentes tipos de cáncer. Lo complicado viene después, a la hora de la interpretación de los datos, principalmente la identificación de cientos de modificaciones que pueden tener las neoplasias en distintos momentos y, luego, el desarrollo de medicamentos específicos.
Varios países participan en el proyecto
El especialista participó en el taller de periodismo científico organizado por el laboratorio farmacéutico Roche. Benítez comentó sobre el proyecto internacional en el que participan varios países, los que cuentan con grupos de expertos competitivos y con mayores posibilidades de realizar la secuenciación del genoma de los tumores malignos.
La información que se obtenga tiene gran relevancia porque incluye la identificación de los diferentes tipos y subtipos de 250 variedades de cáncer y las modificaciones que cada uno va registrando desde el momento del diagnóstico de los pacientes y en el transcurso de cinco años de seguimiento.
La información que se genere se convertirá en el punto de partida para nuevos hallazgos en el mediano plazo, principalmente para el desarrollo de medicamentos específicos.
Benítez advirtió que la investigación científica del genoma humano ha representado un cambio radical en el diagnóstico de enfermedades, principalmente cáncer como el de mama, colon y recto, pulmón, leucemia, entre otros varios para los que ya existen medicamentos específicos de control efectivo del padecimiento.
De hecho, dijo, para estos casos, en países desarrollados ya es un práctica cotidiana que para la definición de la terapia a seguir se debe contar, de inicio, con la prueba genética. Con el resultado de la misma, los especialistas determinan si los medicamentos serán o no efectivos para cada enfermo.
No obstante, admitió, apenas se han sentado las bases de la medicina personalizada. Recordó que a principios del siglo, cuando se dio a conocer el proyecto del genoma humano, se ofreció que en la década siguiente, los pacientes tendrían un diagnóstico y tratamiento específico. No se ha logrado para todos ni para todas las enfermedades. De cualquier manera, sostuvo, el cambio ha sido radical en la medicina.
Recordó que las investigaciones parten del entendimiento de 23 pares de cromosomas, los cuales albergan a 20 mil genes que se extienden en tres mil millones de pares de bases (letras) que se combinan ente sí. Éstas son: A (adenina), G (guanina), T (timina) y C (citosina).
En el campo de la tecnología los avances han tenido una velocidad vertiginosa. Cada cosa ha llevado a la siguiente y ahora estamos en la era de la bioinformática
.
Benítez comentó que en España, hace cinco años, prácticamente no había personal entrenado en bioinformática. Son los expertos en el análisis de información que se va generando; y ahora hay una colonia nutrida
de estos profesionales y cada vez se especializan más.
También comentó sobre algunos problemas
para el uso de pruebas genómicas con las que se puede predecir si los enfermos presentarán efectos tóxicos con los medicamentos. Estos exámenes ya existen, pero no hay consenso entre agencias reguladoras y especialistas sobre si su realización y costo económico redunda en un beneficio real. Son de los asuntos pendientes de resolver, señaló Benítez.