El Himno Nacional resonó en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, en las Lomas de Chapultepec, durante la misa por el centenario luctuoso del general Porfirio Díaz Mori, cuyos restos se encuentran en París, donde murió en el exilio.

Casi un centenar de sus biznietos, tataranietos y choznos, así como invitados, ocuparon gran parte de las bancas de la parroquia. El tema de la repatriación de sus restos no se citó en la misa, donde esencialmente se destacó la figura de creyente y cristiano. Pero al final, algunos familiares señalaron que el tema todavía genera controversia.

Sebastián Díaz Pizarro, biznieto del general que fue hasta nueve veces presidentes de México entre 1876 y 1911, reconoció que el momento que vive el país quizás no sea el mejor para pensar en una repatriación.

Junto con Antonio Díaz Jáuregui, otro de los biznietos, dijo que no hay problema en traer los restos de manera privada, particular. Pero que ese no es el deseo de la familia, que preferiría un retorno con los honores de un ex jefe de Estado.

De no darse en estos momentos, esperarían mejores condiciones en un futuro. No obstante, comentaron que en la familia siempre se ha sabido que el general Díaz quiso regresar a Oaxaca, su tierra natal, y que ahí descansaran sus restos.

El sacerdote oficiante de la liturgia, José Mendoza, de la orden de los agustinos, destacó al general Díaz como un hombre de fe, con vocación de creyente, como un buen padre y buen esposo.

Dijo a los presentes que estaban ahí reunidos no para hacer historia, sino para unirse en comunidad para recordarlo y, también, para pedir por sus pecados.

Señaló, además, que el general Díaz fue militar por voluntad del Padre, y que desde ese papel sirvió a su país y al bienestar de la sociedad. Cuánto valor tuvo para enfrentar situaciones adversas en su tiempo, dijo el sacerdote.

Sebastián Díaz explicó que, de acuerdo con las reglas de la Iglesia católica, el canto del Himno Nacional puede darse durante la celebración religiosa de un ex presidente, como es, en este caso, el general Porfirio Díaz.

Así, de manera sencilla, inadvertida para todos aquellos que no fueran del núcleo familiar, se recordó al general Díaz, hombre que condujo al país durante 35 años de su historia.

Al final de la misa, los saludos de los familiares, los abrazos, y las fotos del recuerdo. Hoy, existen cerca de 160 tataranietos del ex presidente, comentó Ignacio Díaz Pizarro Graf, uno de ellos, médico egresado de la Universidad Anáhuac.