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Wikileaks en La Jornada

No sólo se trata de venta de productos o servicios

Las empresas, con plena libertad en manejo de datos personales
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de julio de 2015, p. 2

El Acuerdo sobre Comercio de Servicios (Trade in Services Agreement, TISA) que México y más de 20 países negocian al margen de la Organización Mundial de Comercio (OMC), busca que los proveedores de gran parte de servicios, incluidos financieros y de salud, dispongan de información personal de consumidores con la intención de intensificar su actividad, ahora a través del comercio electrónico.

En el TISA, el comercio electrónico no implica sólo la compra o venta de productos y servicios, sino el intercambio de información sobre los consumidores que permitan el uso de sus datos, mediante la figura de información consentida propuesta por Corea, sin violentar las legislaciones locales en materia de protección de datos, según los negociadores.

Wikileaks reveló los avances en las negociaciones alcanzadas en mayo de 2015 por Estados Unidos, la Unión Europea y 23 países más, entre los que destacan que los involucrados deberán promover en sus países la apertura de redes de telecomunicaciones para que más proveedores de servicios puedan ofrecer Internet, así como establecer reglas claras sobre el uso de firmas o certificaciones electrónicas en transacciones comerciales, la aplicación de impuestos, aranceles o pago de derechos, sin ir contra los gravámenes locales.

El consultor Ramiro Tovar Landa, asesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), puntualizó que las negociaciones sobre comercio electrónico y las de la apertura de servicios de telecomunicaciones tienen como fondo que haya disponibilidad de banda ancha por tratarse de la vía para el tráfico de datos. Advirtió que en este proceso es indispensable proteger los derechos de propiedad intelectual y al mismo tiempo evitar que los países pongan barreras a la difusión de contenidos y bloqueen injustificadamente el tráfico de datos.

Destacó que la neutralidad de la red debe ser un tema de acuerdo internacional bien establecido, porque forma parte fundamental del tráfico de datos para el comercio electrónico de servicios, como los que ya operan en México a través de empresas como Netflix.

En su análisis sobre los avances del acuerdo, Wikileaks advirtió que las empresas tendrían libertad absoluta sobre el manejo de datos incluida la información personal, por lo que existe el riesgo de que los gobiernos no puedan asegurar que esa información se trate o se obtenga de manera justa y legal.

Alerta sobre la imposibilidad a la que quedarían sujetos los gobiernos para determinar los métodos de resolución de disputas; y a no poder exigir a los operadores los códigos abiertos, o acceso a software.

El TISA no consigue abordar eficazmente los problemas de neutralidad de la red, aseguró Wikileaks, al destacar que marcos regulatorios como los de Brasil y Canadá tienen restricciones más estrictas en lo que se refiere a los proveedores de servicios que buscan bloquear el acceso de los consumidores a servicios para bajar contenidos o el contenido mismo.

El anexo sobre comercio electrónico de TISA señala que los países son responsables de la protección de la privacidad y confidencialidad de datos personales y comerciales de los consumidores, de la protección de la propiedad intelectual, de la diversidad de expresiones culturales e información sobre salud, pero al mismo tiempo establece que los proveedores de servicios podrán disponer de esa información, almacenarla fuera del país de origen de los propietarios e incluso intercambiarla.

A pesar de que en los países, incluido México, se ha trabajado en una legislación que proteja los datos de las personas, este anexo contempla en el artículo 2 sobre movimiento de información, las figuras de información transfronteriza y la consentida, que podrá ser manejada cuando el usuario lo permita.

Cuando una persona dé su autorización y pese a la legislación local, los países involucrados no podrán impedir que los prestadores de servicios intercambien, transfieran o almacenen información de los consumidores que podrán usar proveedores de servicios dentro y fuera de cada país.

Ante este riesgo previsto por los negociadores, los gobiernos deberán tomar las medidas de protección necesarias para evitar que las personas que gustan del comercio electrónico sean víctimas de prácticas fraudulentas, y en ese mismo sentido deberán fortalecer las medidas para la protección de datos en lo que fuera una aparente contradicción.

La intención, puntualiza el anexo sobre comercio electrónico, es promover este negocio pero sin perjudicar a los consumidores, por lo que al mismo tiempo pretende que los gobiernos establezcan mecanismos para resolver disputas comerciales sobre transacciones de comercio electrónico, pero sin limitar la actividad y bajo reglas no discriminatorias.

El comercio electrónico conlleva otros elementos como el envío de mensajes a través de correos o la aparición de mensajes comerciales o promocionales de diversos productos, lo cual, a decir de los futuros socios, deberá enviarse o publicarse en páginas electrónicas que visiten los consumidores con autorización de los usuarios.

A fin de vertebrar las actividades del comercio electrónico y llegar a un mercado de masas, los gobiernos buscarán que exista interoperabilidad entre los proveedores de servicios.

Para conseguir ese objetivo, más allá de lo que los propios proveedores pudieran lograr con el uso propio de tecnología, este acuerdo habla también de abrir la redes de telecomunicaciones ya existentes en cada país, y que se permita el acceso a ellas para la proveeduría de servicios como Internet, elemental para el comercio electrónico.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks