ace 12 años, el entonces secretario general de la    asociación deportiva más rica e influyente del mundo, la FIFA, denunció en un informe la corrupción y la forma irregular en que eran manejados los dineros de esa institución. Pero al suizo Michel Zen Ruffinen no le hicieron caso y fue objeto de duros ataques por los que rodean a quien desde hace 16 años es amo y señor de esa entidad: Joseph Blatter.

Ruffinen no es el único en señalarlo como cabecilla de una mafia internacional que lucra del futbol. Un ex jugador famoso, Michel Plattini, actual dirigente de la Unión Europea de Futbol, también lo acusó de corrupto.

Hoy el magno edificio que en Zurich sirve de sede a la FIFA se encuentra en poder de especialistas encargados de analizar todos los documentos relacionados con la administración de ese organismo. Los dirige el fiscal suizo Michael Lauber y lo primero que hizo fue intervenir la documentación existente en la oficina de Blatter.

Poco antes, la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos, la FBI, denunciaba penalmente y/o ponía entre rejas a 19 personas. Entre ellas 14 directamente relacionadas con la FIFA (cinco pertenecen al futbol latinoamericano) y cinco a empresas relacionadas con la explotación de los derechos de televisión y el marketing. Los principales cargos: corrupción, soborno, asociación delictiva y conspiración para el blanqueo de dinero. La investigación de la FBI tuvo como punto de partida el informe en el que Michael García, ex presidente del Comité Ético de la FIFA, denunció la compra de votos de Rusia y Qatar para obtener las sedes de los mundiales de 2018 y 2022, respectivamente. Da la casualidad de que García está casado con una funcionaria de la FBI. Las órdenes de aprehensión se dictaron horas antes de que Blatter fuera relegido presidente por quinta vez, pese a las acusaciones en su contra.

No le duró mucho el gusto, pues  ante el escándalo desatado al conocerse parte de las tramas corruptas utilizadas por integrantes de la cúpula dirigente del organismo, tuvo que poner su cargo a disposición del comité directivo. Su remplazo se conocerá a principios del año próximo.

La policía suiza y la FBI también investigan la asignación de los mundiales de Sudáfrica y Brasil, la Copa América (su actual edición concluye mañana en Santiago de Chile), la Concacaf y a varias federaciones de futbol, entre ellas la de México. Además, de qué forma el dinero asignado para cultura y deporte en varios países terminó en los bolsillos de algunos dirigentes.

Blatter tiene un férreo defensor:   Pelé, el ídolo. Al respecto, Romario, otra estrella de la selección de Brasil y hoy senador, no se extraña de ello: “Callado, Pelé es un poeta, pero cuando abre la boca sólo habla mierda… y de dinero”.