Maiduguri.

Por lo menos 150 personas murieron en ataques perpetrados por presuntos militantes del grupo islamita Boko Haram en tres aldeas remotas del estado de Borno, en el noreste de Nigeria, entre ellas niños y adultos que rezaban en las mezquitas y mujeres que preparaban la comida en sus hogares, de acuerdo con relatos de testigos divulgados este jueves.

El ataque más cruento se produjo la noche del miércoles en la aldea de Kukawa, cerca del lago Chad, donde fueron asesinadas 97 personas por unos 50 hombres que abrieron fuego contra los fieles que oraban en las mezquitas, poco después de que terminó el ayuno en el mes de Ramadán.

Los terroristas atacaron primero a los fieles y luego se encaminaron a las viviendas donde se encontraban las mujeres, explicó uno de los pobladores Babami Alhaji Kolo.

Algunos se quedaron para incendiar los cadáveres y otros se dirigieron a las casas y dispararon contra las mujeres que preparaban la comida, continuó. Los testigos dijeron haber contado hasta 97 cadáveres.

Más tarde, en otras dos aldeas de la ciudad de Monguno, al norte de Maiduguri, capital de Borno, milicianos de Boko Haram mataron a unos 48 musulmanes durante la última plegaria del día, manifestó el diputado local Mohamed Tahir.

Los atacantes seleccionaron a ciertos hombres entre la multitud, los reunieron y los fusilaron antes de prender fuego a las dos aldeas, que quedaron totalmente destruidas”, detalló.

En este contexto, mujeres menores de un grupo de 219 secuestradas en abril de 2014 por Boko Haram en la localidad de Chibok y lograron escapar relataron que sus compañeras fueron forzadas a unirse a las filas de los milicianos y habrían llevado a cabo asesinatos.

La cadena británica BBC entrevistó a varias de ellas, cuyos testimonios, dijo, no han podido ser verificados, pero Amnistía Internacional (AI) asegura que otras raptadas por los extremistas han sido obligadas a combatir.

Una chica, que lleva por alias Miriam, comentó que algunas de la chicas que han sido casadas con milicianos dijeron que se debe aprender de los maridos que están derramando su sangre por la causa y que debemos ir a la guerra por Dios. Añadió que las jóvenes han matado a hombres cristianos, a los que Boko Haram obliga a tumbarse y luego las menores les cortan el cuello.