Soy un republicano, por lo que no estoy muy de acuerdo con la monarquía, expresó ayer Luis Eduardo Aute en entrevista telefónica desde Madrid, España, a propósito de la visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, a México, en la que informó sobre Giralunas, disco y devedé en los que intérpretes de las recientes generaciones le rinden homenaje.

La selección es la siguiente: Slowly, Natalia Lafourcade y Leiva; La belleza, Rozalén; Siento que te estoy perdiendo, Vanesa Martín; Al alba, Xoel López; Sin tu latido, Santiago Cruz; Prefiero amar, Miguel Poveda; Me va la vida en ello, Depedro; De alguna manera, Abel Pintos; Una de dos, Estopa; Les quatre i deu, Els Amics De Les Arts; Pasaba por aquí, Leonel García; Dentro, Rubén Pozo; Volver a verte, Andrés Suárez; Besos como balas, Enric Montefusco, y Aleluya nº 7, Soleá Morente.

No es el primer homenaje que recibe de compañeros de profesión. Hace 15 años, el reconocimiento fue de artistas como Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Joaquín Sabina y Pablo Milanés. La diferencia es que hoy es gente más joven. Es un tributo al músico, poeta, pintor y cineasta.

Vincent y el giraluna

Aute tiene esa capacidad de crear, por medio de su música, de sus letras y de su manera de componer, imágenes muy bellas, muy poéticas y a la vez muy canallas, describe Vanessa Martín. En total son 16 artistas, en su mayoría intérpretes en español. Entre ellos, Xoel López, cuya voz recuerda sorprendentemente a la de Aute, quien lo reconoce como una referencia clave en el crisol de músicas con el que creció.

El devedé es un mediometraje de 30 minutos de dibujos de Aute animados. Estos, así como el guión, la música y la realización, son del propio autor. La película se llama Vincent y el giraluna; es una fábula sobre la conversión de un girasol en giraluna, y su posterior encuentro con el pintor Vincent Van Gogh.

Luis Eduardo Aute (Manila, 1943) es un pintor que cuenta con decenas de exposiciones individuales y colectivas. Ha dirigido varios cortos y el largometraje Un perro llamado Dolor, y es autor de una veintena de libros de poemas y canciones. Como músico, su obra se extiende a lo largo de más de 40 discos.

“Este proyecto no ha sido propósito mío, sino de la compañía discográfica. Me pareció muy bien, siempre que fuera homenaje. Es mejor un homenaje que todo lo contrario.

“Mis canciones en esas voces las escucho muy bien. Yo no tuve ninguna participación en la grabación del disco. Lo escuché la primera vez ya que estaba terminado. La primera escucha me sorprendió. No acababa de verme, entre comillas, y las escuché más veces y muchas de ellas me gustan más sus versiones que las mías. Son puntos de vista muy distintos. A la disquera le puse unas condiciones, tres: no voy a hacer dúos, que cada uno eligiera la canción que quisiera, la destrozara y la rehiciera a su manera, y que los que participaran en el disco fueran músicos que en verdad tuvieran algún afecto por mis canciones; es decir, que no fuera un disco de marketing, de juntar nombres.”

A diferencia del disco-homenaje de sus contemporáneos, comentó, en éste los cantantes pudieran ser sus nietos. “Es una perspectiva distinta. No conozco personalmente a casi ninguno... todavía. Escribí agradeciéndoles su colaboración y veré si en un momento los puedo conocer personalmente. La primera vez que escuché el disco había una que otra canción que no acababa de entenderla, hasta después de escucharla más veces. Me parece que es un punto de vista muy apreciable y alguna idea les voy a robar, con su permiso, claro.

Insumisos e insurrectos

Obviamente, las canciones a través de ellos vuelven a cobrar una actualidad que yo espero que no hayan perdido. Son canciones, creo, atemporales, y pueden, por lo menos las que han emergido, atravesar bien el paso del tiempo. Ellos, evidentemente, conectan más las canciones con las generaciones más jóvenes.

Entre homenajes y generaciones transcurre el tiempo, esa aporía de la razón. ¡Madre mía! Con ese tema podríamos estar aquí meses enteros. El tiempo, ¿cómo lo veo ahora? Pasa tan rápido que uno no lo ve. Me parece mentira que en este disco estén canciones que fueron escritas hace 40 años, que aún estén vivas y que personas que podrían ser nietos míos se sientan identificados con ellas. Me parece realmente un milagro. Por ahí tengo la sensación de que el tiempo no pasa, pero es sólo una sensación, obviamente.

–¿Da el perfil de abuelo?

–No lo soy. Me gustaría serlo, pero no me hacen abuelo mis hijos puñeteros. A ver si en algún momento me dan la sorpresa.

Añadió que las versiones que más le sorprendieron son las de los cantantes flamencos Soledad Morente y Miguel Poveda. “Incluso casi casi diría que la versión original debería haber sido en flamenco y no la mía. ¡Todas en general! Slowly con Natalia Lafourcade y Leiva es sorprendente. La belleza, con Rozalén, me motiva... ¡Todas tienen un quiebre muy personal que me sorprende y me enriquece!”

En el devedé, Aute representa en imágenes la pequeña fábula que cuenta antes de iniciar los conciertos de Giralunas. “Los giralunas son un poco distintos porque ven la realidad a su manera y no se someten a las reglas del juego e intentan defender un criterio propio. Son un poco insumisos, un poco insurrectos, un poco rebeldes. Yo creo que estamos viviendo en el mundo un tiempo, sobre todo para las generaciones jóvenes, en que éstas son un poco giralunas. Todos estos jóvenes que están tomando conciencia política y que no admiten el sistema en el que estamos inmersos. Hay un movimiento de esos jóvenes que están tomando contacto con la realidad, comprometiéndose con su tiempo. Son un poco giralunas.

Estamos viendo que este sistema neoliberal es un auténtico desastre. Produce grandes fortunas y grandes miserias.

–En estos días, los reyes de España visitan México...

–Dales recuerdos...

–¿Su opinión sobre la realeza y sus majestades?

–Bueno, yo soy republicano y no tengo ninguna empatía con la monarquía y en este caso están intentando adaptarse a los tiempos y, por ahora, son admitidos.

Aute vendrá a México para ofrecer conciertos en noviembre.