En homenaje a los coreógrafos más representativos del ballet neoclásico del siglo XX y contemporáneo: George Balanchine y William Forsythe, mañana se estrena la obra The joy of the evident (El gozo de lo evidente), en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque.

La pieza será presentada por Convexus Ballet Contemporáneo, mediante el proyecto independiente dirigido por Francisco Rojas (DF, 1979), coreógrafo y ex bailarín de la Compañía Nacional de Danza, de la Sydney City Ballet y del West Australian Ballet.

Inspirado en el estilo de Balanchine y las técnicas de improvisación de Forsythe, Rojas creó una obra que invita a gozar el arte de bailar, de vivir, pues considera que algunos bailarines ya no disfrutan su trabajo: expresar con el cuerpo diversas emociones.

“The joy of the evident es como lanzar una pregunta: ¿realmente disfrutas lo que haces en la vida? Para mí siempre es agradable observar y ver los estilos de Balanchine y Forsythe, porque realmente están comprometidos con nuestro tiempo. Es bonito ver un ballet clásico bien hecho, pues ha tenido un giro con el paso de los años.

No estoy inventado el hilo negro, simplemente quiero presentar un repertorio fresco, diferente, divertido, porque me siento comprometido con lo que sucede hoy, con el tiempo que vivimos, explica el coreógrafo a La Jornada.

Por ser un cuerpo pensante

Francisco Rojas, con su proyecto Convexus, plantea desarrollar las tendencias más actuales del ballet. Con esa finalidad se ha formado con diversas compañías en el extranjero y tomado varios cursos. El más reciente es sobre el estilo Gaga, que realizó en Tel Aviv con la compañía Batsheva Dance.

“En este estilo conoces nuevas formas de moverte, de sentir el cuerpo. Descubres que hay otros estados físicos y buscas ser un cuerpo pensante, que se escucha a sí mismo. Aprendes a observar los diferentes estados físico que el cuerpo tiene en movimiento seas o no bailarín. Gaga te hace consciente de estos estados.

Se trata de ser un cuerpo pensante, no sólo de crear una coreografía por hacer algo, sino realmente escuchar a tu cuerpo, pensar con tu cuerpo; eso aprendí con el estilo Gaga, en Tel Aviv. La idea es ser siempre un cuerpo pensante, reitera.

Para el bailarín y coreógrafo es fundamental la deconstrucción de la danza clásica para desarrollar un lenguaje propicio al cruce con otras disciplinas, como auténtica expresión del arte contemporáneo, naturalmente multidisciplinaria en la totalidad de la puesta en escena.

La nueva obra de Francisco Rojas consta de varios movimientos, de los cuales el primero es el homenaje a Balanchine y Forsythe, donde fusiona las dos técnicas de los creadores acompañada por la música del compositor australiano Ezio Bosso.

En el segundo movimiento, el coreógrafo recurre a la música experimental de la joven compositora Hildur Gudnadottir, con la finalidad de crear una momento que rompe con lo establecido en el ballet. La música te transporta a otro universo, te mueve y te da un color de ritmo diferente; y eso se ve en la escena, explica el director de Convexus.

Experimentación del público

The joy of the evident también incluye un movimiento de danza contemporánea musicalizado con parte de la ópera The Fairy Queen, de Henry Purcell. En esta escena el coreógrafo muestra la fisicalidad a partir del estilo Gaga, mezclado con la técnica clásica, en una especie de experimentación.

En el movimiento el público tendrá oportunidad de experimentar mediante el lenguaje del cuerpo esta sensación de disfrute de la vida, de gozo; aquí se presenta un dueto muy interesante, señala el intérprete.

Francisco Rojas presenta The joy of the evident el 2 y 3 de julio a las 20 horas y el día 4 a las 19 horas; el domingo 5 a las 18 horas en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).