Inversión extranjera directa en América Latina (1/2)
a Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas, recién publicó su estudio La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2015, cuya información sustenta este Reporte.
IED, flujo mundial
El flujo de entrada de inversión extranjera directa –inversión de capital para la instalación, ampliación o compra de empresas productivas– ascendió en 2014 en todo el mundo a 1 billón 266 mil millones de dólares, cifra -7.1% inferior a la de 2013 y la menor registrada en los últimos años (Gráfico 1).
Esta inversión se concentraba históricamente en las economías de mayor desarrollo; todavía en el quinquenio 2005-2009 estas economías recibieron en promedio el 63% de la IED mundial, descendiendo de ahí su captación hasta únicamente el 40% en 2014.
A la inversa, la porción de IED canalizada a los países en desarrollo creció del 32% promedio en 2005-2009 al 56% del total mundial en 2014, siendo las economías asiáticas (China, India, Corea del Sur y otras) las mayores receptoras (39 del 56% mencionado).
IED, América Latina
En el periodo 2008-2014 América Latina y el Caribe (anglófono) recibieron en promedio 152 mil millones de dólares de IED anualmente. Por principales países receptores, de este total Brasil recibió 54 mil millones anuales en promedio, México 26 mil, Chile 20 mil, Colombia 12 mil, y Argentina 10 mil millones (Gráfico 2).
Por sectores de destino, entre 2008 y 2014 para Recursos naturales Brasil recibió inversión extranjera directa por 11 mil millones de dólares anuales en promedio, Colombia 7 mil mdd, y México 3 mil (Gráfico 3). Para el sector de Manufacturas, Brasil recibió 21 mil mdd, Colombia 2 mil, y México 13 mil mdd. Y para el sector Servicios, Brasil recibió 21 mil millones anuales, Colombia 4 mil, y México 10 mil mdd.
Según el origen de la IED, para Brasil el principal país inversor resulta ser Países Bajos con un monto de IED anual promedio (2008-2014) de 11 mil millones de dólares, seguido de Estados Unidos con 7 mil mdd y Luxemburgo con 6 mil mdd anuales (Gráfico 4). Para México, el principal inversor en el periodo fue por mucho Estados Unidos con 10 mil millones de dólares anuales promedio, seguido por Países Bajos con 4 mil millones y por España con 3 mil millones anuales. La promiscuidad financiera actual ha quitado evidentemente validez a esta clasificación. Luxemburgo no es desde luego país origen de IED sino un centro financiero intermediario y paraíso fiscal; los Países Bajos no son ni de lejos el principal inversor de IED en Brasil ni el segundo en México, sino que está siguiendo los pasos de Luxemburgo.
En cuanto a la IED recibida por los países (seis seleccionados) de América Latina según sus componentes (aporte de capital, préstamos entre compañías y reinversión de sus utilidades) (Gráfico 5) caben algunas reflexiones:
a) En estricto sentido sólo los aportes de capital externo permanente en empresas productivas constituyen la inversión extranjera directa (y así la consolida Brasil) sea capital nuevo o reinversión de utilidades. Por supuesto que esta subdivisión es útil para el análisis, pero no son componentes distintos.
b) El desglose que no se hace y mucho interesa sería el correspondiente a inversiones nuevas (que adicionan capacidad productiva al país), y las adquisiciones y fusiones (que compran o absorben empresas nacionales ya existentes sin mayor aporte y mucha perdida para la nación receptora), y
c) Los préstamos entre compañías no pueden considerarse como IED pues no son aportaciones de capital sino deuda, créditos que independientemente de su procedencia se deben pagar como cualquier préstamo.
Sobre esta base, en el periodo 2008-14 Brasil recibió 41 mil millones de dólares anuales de IED en promedio, y México 20 mil (11 de aportes de capital y 9 de reinversión de utilidades).
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