Lunes 29 de junio de 2015, p. 23
Nueva York.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó ayer una visita de cuatro días a Estados Unidos para reunirse con inversores brasileños y estadunidenses, así como con su homólogo Barack Obama, encaminada a normalizar las relaciones bilaterales, atraer recursos y fortalecer los vínculos económicos.
Rousseff, quien llegó a Nueva York el sábado por la noche, intentará consolidar los lazos económicos entre los dos países cerca de dos años después de las revelaciones sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional a la mandataria, que provocaron el enfriamiento de las relaciones entre Washington y Brasilia.
La Casa Blanca declaró que su visita oficial permitirá pasar la página de las tensiones nacidas de aquel espionaje, que reveló el ex consultor de la agencia de inteligencia estadunidense Edward Snowden en torno a las comunicaciones de la presidenta y de millones de brasileños. Tales revelaciones provocaron que ella suspendiera a fines de 2013 una visita de Estado a Washington.
La gobernante cerrará un seminario para proponer a inversionistas su plan de concesiones de grandes obras de infraestructura.
Brasil lanzó en junio un programa de concesiones viales, ferroviarias, portuarias y aeroportuarias por 64 mil millones de dólares. Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil después de China. En 2014 el intercambio fue de 62 mil millones de dólares, con saldo negativo para la potencia sudamericana, de unos 8 mil millones.