Los atuendos fueron varios, pero prevalecía el color negro. Ya en camisetas, sacos o camisas los seguidores del metal se dieron cita para la premiación Kalani 2015.

Uno a uno los participantes, 71 bandas, según Alejandro Mendoza, pisaron la alfombra negra del teatro Jiménez, en Coyoacán, para atestiguar la entrega de la presea a lo más sonado de género

Los fans del metal se arremolinaron ante la pasarela de oscura referencia para imprimir la instantánea con sus ídolos o para no elevarlos tanto, y quizá una observación más certera, los cuates de la cuadra.

Algunas marcas aparecen en la manta ante la que los grupos asistentes se paran para el rito fotográfico. Un hombre de traje y corbata, como yuppie, podría decirse, que rompe tajantemente con la etiqueta del evento, anuncia la presencia de El Cuartel, grupo que aprovecha la ocasión para exhibir su más reciente cedé. A la banda le siguen un buen o como respondió un chavo al ser inquirido sobre el número de grupos: son un chingo y pueden ser más.

El Doc Mendoza, un tipo estrafalario que araña las seis décadas de existencia, larga cauda canosa que le llega a la cintura, pantalón de camuflaje y chaleco de cuero, es saludado con respeto por los más, que esperan turno para desfilar por la rumbosa alfombra negra.

Sigue el desfile de duetos, cuartetos o solitarios como antesala del infierno. La presencia de una joven con el pelo teñido de zanahoria y ojos de cornea verdosa, evidentemente no propia, propicia los primeros aullidos al descubrir la banda un cuerpo aprisionado en breve falda y ajustado chaquetín.

Pasan ahora Tierra Muerta, Aneurisma, Sable, Simio y Skaila. Todos invariablemente gesticulan ante las cámaras y en manos imitan los saludos maras, hasta un par de pequeñas, Mac Ma, así las presentan, acaparan los clics y arrancan tímidos aplausos .

Unos avanzan hacia al interior de la sala, otros ya cumplieron y se pierden en la banqueta.

El Doc señala que son 22 categorías las que se consideran en los premios acorde a los estilos.