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Mañana llega a las salas la historia de sobreviviencia de un chico albino en Tanzania

En Sombra blanca tratamos que el espectador se meta en la piel y la mente del protagonista: Deshe
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El filme, dirigido por Noaz Deshe y poducido por Ryan Gosling, se estrenará sólo en cuatro salas cinematográficas. Arriba, fotograma de la cinta
 
Periódico La Jornada
Jueves 18 de junio de 2015, p. a10

Mañana se estrenará en México Sombra blanca, película de Noaz Deshe y producida por Ryan Gosling, de tema y trato duros, basada en un hecho real y premiada en Venecia.

Fue filmada con un ritmo vertiginoso, pero con pulso sobrio. Cuenta la historia de un chico albino que sobrevive como puede en una modesta comunidad rural en Tanzania, donde se persigue a los de su clase con la creencia de que su piel tiene propiedades curativas. Tras una noche infernal en la que el poblado es atacado, su madre decide enviarlo a la ciudad para protegerlo. Ahí descubrirá el amor, pero también otro tipo de infierno: su tío, acosado por las deudas, lo explota para vender baratijas. Se enfrentará a un entramado de mafias hasta que sólo le queda una solución: volver a su origen.

Lo lamentable es que el estreno será en sólo cuatro salas, en el Distrito Federal, área metropolitana y Mérida, Yucatán.

En entrevista telefónica desde Berlín, Alemania, Noaz Deshe explicó el ritmo, la acción que dio a la narración: Es difícil explicar esto en una sola palabra. Se habla de las películas de acción. En este caso se trata de contar cómo los personajes huyen de una realidad difícil. La intención, tal vez, es para dedicar la película a los personajes, para poner al espectador en la mente de esos seres, de la conexión del niño. Lo que él ve tú lo ves; tratamos de contar la historia para que el público esté tan cerca de la realidad como sea posible. Buscamos que el espectador se meta en la piel y en la mente del personaje, para experimentar lo mismo. Si hay pensamientos creados y angustias creadas tratamos de representarlos.

Ritmo vertiginoso

Sobre el ritmo vertiginoso, Noaz expuso que lo que se ve está tomado de historias reales, de cosas que siguen pasando. Hay una sensación de urgencia por esas circunstancias y por eso el ritmo es vertiginoso. Esa cualidad no existe en una película de James Bond, por ejemplo. Cuando joven me gustaban las películas de James Bond, pero en este caso se trata de una cinta que ya estaba ahí. Nosotros sólo la montamos para que se lograra técnicamente. Quienes participaron tuvieron una respuesta satisfactoria. Había gente de todos lados: militares, políticos, policías y muchos que se involucraron en el filme. Es una situación urgente y necesaria de ser expresada. Esto fue de mucha ayuda por la energía que se reunió.

La madre protege a su hijo alejándolo de ella. Es un sacrificio de amor que se mantiene y aumenta por la distancia. Esto es como una nota musical. Yo traté de poner las notas musicales del chico para construir su experiencia. Es un alejamiento de su lugar y del gobierno. El niño siente que tiene que desarrollarse por él mismo. Esta es una parte importante de su viaje y es fundamental en la historia del otro. Hay culturas en las que se pueden hallar espejos de esa realidad.

El alejamiento de la casa llevó al tema de las migraciones, problema mundial que enfrentan millones de personas. Opinó: La problemática de la migración, de la manera como la vemos en Europa, es una reacción a las guerras que hemos creado, sobre todo en África. Es un problema largo y con muchas facetas. Esta película trata sobre un pequeño personaje dentro de la gran historia que ha pasado en África. Esta obra es un recordatorio de que hay posibilidad de solucionar el problema. Estos dos personajes podrían escapar de sus condiciones y tener una vida mejor. Si alguien pasara un tiempo en Tanzania se podría dar cuenta de que no hay razón para huir de ahí, porque es un país muy bonito y en general estable. Hay muchos lugares en África y no hay razón para dejarlos. La migración en general es por las guerras, sobre todo en el norte y en el medio oeste del continente. En el este no hay problema. Por esto me gustaría vivir en México.