Llaman a elaborar un pensamiento crítico para las luchas de los pueblos de América
Miércoles 17 de junio de 2015, p. 17
Las crisis que caracterizan al cada vez más globalizado sistema capitalista mundial y su impacto en el desarrollo económico, social, cultural, sostenido y sustentable de los países de América Latina fueron analizadas por académicos e intelectuales en la mesa La multifacética crisis del sistema-mundo: una mirada crítico-prospectiva de su impacto en nuestra América, coordinada por Ángel Guerra en Casa Lamm.
Nayar López Castellanos, Josefina Morales y Jorge Veraza, investigadores de la Univesidad Nacional Autónoma de México, Darío Salinas Figueredo, catedrático de la Universidad Iberoamericana, y el propio Ángel Guerra Cabrera desmenuzaron un amplio texto, que identifica y sintetiza los escenarios más probables en los que se desarrollarán las luchas de nuestros pueblos y naciones en el futuro relativamente cercano
.
Abordaron temas como la defensa de los derechos de la Madre Tierra (Pachamama); garantizar la satisfacción de los derechos humanos individuales y colectivos para todos los habitantes del continente; distribuir equitativamente las riquezas; edificar democracias étnica, social y culturalmente participativas y representativas; defender la independencia y la soberanía nacional-popular y la autodeterminación de los pueblos, y convertir en realidad los sueños de las y los próceres y mártires que ofrendaron sus vidas y su inteligencia durante las heroicas y aún inconclusas luchas por alcanzar las que José Martí llamó primera
y segunda
independencias de Nuestra América.
Crisis en el epicentro del poder y en la periferia
Refirieron que si a partir de 2008 el epicentro de esas crisis –definidas por los clásicos como periódicas o cíclicas– se ha localizado en los estados integrantes de la llamada triada del poder mundial
–Estados Unidos, Japón y la Unión Europea–, puede entenderse que tales impactos han sido y serán particularmente severos en aquellos países subdesarrollados, periféricos o semiperiféricos de África, Asia, América Latina y el Caribe, así como del sur y el este de Europa, estructuralmente dependientes de las potencias imperialistas.
Advirtieron que la importancia de significar y analizar tales escenarios está dada por la complejidad de la situación actual, por la necesidad de conjugar la praxis con la elaboración y sistematización de un pensamiento crítico y descolonizado, que enriquezca la teoría revolucionaria precedente, y porque en algunos estados nacionales y plurinacionales de América Latina y el Caribe se vienen construyendo esperanzadoras alternativas al capitalismo subdesarrollado y dependiente aún instaurado en esta zona del mundo.