Miércoles 17 de junio de 2015, p. 21
El Cairo.
Un tribunal egipcio confirmó este martes la pena de muerte contra el ex presidente Mohamed Mursi por evasión de prisión y violencia durante la revuelta de 2011, veredicto que confirma la voluntad del poder de erradicar a la oposición islamita.
Poco antes, el mismo tribunal condenó a Mursi –primer presidente electo democráticamente en Egipto y posteriormente derrocado– a cadena perpetua por espionaje
. El 21 de marzo, en un primer juicio, fue condenado a 20 años de prisión por incitación a la violencia contra manifestantes en 2012. La pena de muerte en este tercer proceso fue confirmada después de que el tribunal consultó al gran muftí, la mayor autoridad religiosa del país en la interpretación de la ley islámica, al que el gobierno otorga un papel consultivo.
Al escuchar las sentencias, el ex presidente, calmado y sonriente, levantó los puños unidos.
Los veredictos de los tres primeros juicios (le esperan otros dos) fueron pronunciados en primera instancia y pueden ser recurridos.
La Hermandad Musulmana denunció los veredictos grotescos
, y llamó a una protesta este viernes.
La Casa Blanca declaró, por su parte, que la sentencia contra Mursi tenía motivos políticos
, en una crítica severa a su aliado militar. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, declaró que ve la situación inquietante
, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, habló en similares términos.
Para Amnistía Internacional se trata de una parodia de justicia
que demuestra hasta qué punto el sistema judicial de Egipto es defectuoso
. Human Rights Watch sostuvo que estos juicios parecen estar motivados políticamente
.
Mursi fue condenado a muerte por escapar de prisión durante la revuelta popular de enero y febrero de 2011, que puso fin a 30 años de presidencia de Hosni Mubarak, pero también por haber planeado ataques contra el Estado con la colaboración del Hamas palestino y del Hezbolá libanés
.