Infantil
, la exigencia priísta de anular elección en Cuernavaca
Miércoles 17 de junio de 2015, p. 29
El dirigente del Partido Social Demócrata (PSD), Eduardo Bordonave, solicitó al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) que acelere el conteo de votos de la elección de alcalde de Cuernavaca, que ganó su candidato, Cuauhtémoc Blanco, después de que el Partido Revolucionario Insttucional (PRI) anunció que impugnará esos comicios por presuntas irregularidades en 310 paquetes de 510 casillas.
Bordonave pidió al Impepac y al consejo municipal electoral que no siga cayendo en los chantajes
de la representante del PRI, María del Rocío Carrillo.
El pasado fin de semana renunciaron la presidenta del consejo municipal, Norma Zompa, y la secretaria, Lorena Eréndira Sotelo, por supuestas presiones del tricolor.
El líder estatal también denunció que Julio Yáñez –integrante de la familia controla el PSD– recibió una llamada de presuntos priístas –cuyos nombres no reveló–, quienes supuestamente le pidieron espacios en el ayuntamiento.
Sobre la posibilidad de que el PRI solicite la anulación de la elección, el dirigente del PSD dijo que el PRI pretende demostrar anomalías en 30 por ciento de los paquetes, pero es un argumento bastante infantil
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Blanco no ha dado la cara a los medios de comunicación. Según integrantes de su equipo de campaña, el ex futbolista está preparando su boda, a realizarse el 20 de junio en la quinta Rubiales, municipio de Xochitepec.
En Coahuila, el panista Jorge Zermeño Infante, quien contendió por el distrito federal 6 de Torreón, impugnó el resultado de los comicios que ganó José Refugio Sandoval Rodríguez, de la alianza formada por el PRI y el Partido Verde Ecologista de México, por presuntos gastos excesivos en campaña.
Sin la dirigencia estatal del PAN, el ex embajador de México en España acudió a la sede distrital del Instituto Nacional Electoral. Dijo tener más de mil 100 firmas de personas que presuntamente fueron corrompidas por el candidato del PRI y el PVEM.
El tope de gastos de campaña era de un millón 200 mil pesos, y se excedió solamente con la propaganda que se repartió, mochilas, pulseras, bolsas, relojes, tarjetas para canje de despensa, teléfonos celulares, playeras y hasta entradas para el cine, sin contar la propaganda en medios y anuncios
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