Cleveland.

Por primera vez desde 1975, los Warriors de Golden State se proclamaron campeones de la NBA, al doblegar 105-97 a los Cavaliers de Cleveland, en el sexto partido de la serie final.

Stephen Curry y Andre Iguodala aportaron 25 puntos cada uno por los Warriors, que ganaron los últimos tres encuentros de esta final, luego que Cleveland había tomado la delantera 2-1.

Golden State se sobrepuso a actuaciones sobresalientes de LeBron James en la serie y se coronó por cuarta ocasión en la NBA, tras una campaña regular en la que acumuló 67 victorias.

Los Guerreros lograron conservar la calidad de su desempeño en toda la postemporada, pese a que ninguno de sus jugadores tenía experiencia en una final de la NBA.

El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, quien ganó cinco títulos de la NBA como jugador, se convirtió también en el primer entrenador novato en conquistar el campeonato desde que Pat Riley lo hizo con Lakers de Los Ángeles en 1982.

Warriors son el primer equipo desde Chicago, en 1991, que logra un título de NBA sin que ninguno de sus jugadores tuviera experiencia en una final.

Los Cavs, por su parte, pese al esfuerzo de LeBron James, no pudieron ganar la corona por primera vez en su historia.

James totalizó 32 puntos, 18 rebotes y nueve asistencias, para quedarse a poco de lo que hubiera sido un récord, con tres triples dobles en la serie.

Sin embargo, el premio al jugador más valioso fue para Andre Iguodala, quien no fue titular en ningún partido hasta la final, cuando en el cuarto encuentro y con 2-1 en contra, Kerr decidió dar al veterano jugador un puesto en la quinteta inicial.

A su aportación en ataque –anoche anotó 25 puntos en el triunfo definitivo– le sumó su dura defensa sobre LeBron.

Antes del encuentro, James había dicho que sólo pensaba en ganar el campeonato de la NBA y, según él, para nada importan los nombramientos individuales, ni siquiera el de jugador más valioso, si el equipo perdía la serie.

No me sentiría bien en absoluto sobre eso, dijo en referencia a la posibilidad de haberse convertido en el segundo jugador en la historia de la NBA en ganar esa distinción con el equipo perdedor de las finales.