El registro del Partido del Trabajo (PT) seguía anoche en vilo, debido a que los cómputos distritales aún no cerraban y por tanto tampoco había certeza sobre el reparto de curules plurinominales en la Cámara de Diputados.

Con 99.22 por ciento de las actas computadas, el PT tenía al cierre de la edición 2.83 por ciento de votos, o sea, no alcanzaba 3 por ciento requerido para mantener el registro, sin embargo, su porcentaje podría subir por varios factores, como votos nulos, votación final y anulación de distritos.

El consejero electoral Enrique Andrade comentó anoche que ‘‘sería muy aventurado pronosticar si salva o no el registro’’, porque falta que se terminen los cómputos distritales, determinar en la suma final la cantidad de votos nulos y descontar de ésta la votación efectiva.

A su vez, el también consejero Marco Antonio Baños explicó que el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene hasta el 23 de julio para asignar a los diputados de representación proporcional con base en los resultados finales de las elecciones, que puede implicar la anulación de alguna casilla ordenada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Después de la elección del pasado domingo, el PT parece seguir vivo en unas horas y en otras no. De hecho, su dirigente, Alberto Anaya, acudió ayer al INE a cabildear con los consejeros electorales.

–¿Tienen el registro? –se le preguntó.

–Claro –respondió al filo de las 3 de la tarde.

El futuro del PT es esencial para definir el reparto de diputaciones, ya que si pierde el registro perdería también sus siete curules de representación proporcional, que entrarían a una bolsa que se repartiría entre los otros partidos. En las proyecciones la mancuerna PRI-PVEM no lograría mayoría simple con 243 diputados; para alcanzarla necesitaría los votos de Nueva Alianza, que tendría 11.