La ex juez ganó la elección en mayo pasado apoyada por una plataforma ciudadana
Felipe VI revoca el título de duquesa de Palma a su hermana Cristina, acusada de delitos fiscales
Viernes 12 de junio de 2015, p. 22
Madrid.
Manuela Carmena, ex juez apoyada por una plataforma ciudadana compuesta en parte por el movimiento de los indignados, será la próxima alcaldesa de Madrid, como resultado de una alianza con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que pone fin a 24 años de poder de la derecha en la capital de España.
La plataforma de izquierda Ahora Madrid, integrada por miembros de Podemos, postuló a Carmena, de 71 años, para las elecciones municipales que se celebraron el 24 de mayo pasado.
Ahora Madrid, surgida en cierta medida de las manifestaciones y demandas de la movilización de los indignados de mayo de 2011, obtuvo 20 concejales que formarán alianza con los nueve legisladores locales del PSOE. Con la suma de las dos fuerzas, la alianza contará con la mayoría absoluta en un consejo municipal de 57 miembros.
Carmena dejó en la carrera por la alcaldía de Madrid a la aspirante del Partido Popular, Esperanza Aguirre, cuya organización consiguió 35.5 por ciento de votos, es decir, 3.7 puntos porcentuales más que la agrupación de la ex juez.
El miércoles, el PP intentó salir adelante al asociarse al partido de centro-derecha Ciudadanos, que llevará siete legisladores al consejo municipal. Sin embargo, las 28 curules de los conservadores no fueron suficientes para evitar el ascenso de Carmena y la derrota de Aguirre, quien gobernó la comunidad de Madrid de 2003 a 2012.
Los futuros consejeros municipales de la capital española -con un desempleo de 16 porciento y fuertes contrastes sociales- proceden de asociaciones de barrio, colectivos sociales y partidos como Equo e Izquierda Unida, así como Podemos.
En tanto, el rey Felipe VI de España decidió revocar el título de duquesa de Palma que su padre otorgó en 1997 a su hermana Cristina, acusada ahora de delitos fiscales en un escándalo de corrupción protagonizado por su marido, Iñaki Urdangarin, quien aprovechó su posición en la familia real para hacerse de contratos de dos gobiernos regionales. Cristina está a la espera del juicio.