Jueves 11 de junio de 2015, p. 18
El desafío de México y de los países latinoamericanos –considerados graneros del mundo– es aumentar la producción de alimentos, por ello el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) promueve e impulsa la agricultura familiar entre sus 34 estados miembros, expuso Gloria Abraham Peralta, representante del organismo internacional en México.
La agricultura familiar cumple un papel importante en Latinoamérica, y aunque durante décadas se consideró de subsistencia, desde el año pasado se le da un nuevo impulso. Los esfuerzos deben orientarse a generar un excedente comercializable y articular a los productores con los mercados locales
, agregó en entrevista.
Tras 25 años de trabajo en el sector agropecuario, Abraham Peralta apuntó que “el talón de Aquiles de los pequeños agricultores es la comercialización de su producción y el acceso a las fuentes de financiamiento. Temen vender directamente, por ello hay que enseñarles a articularse al mercado, el cual no sólo debe verse como el potencial para exportar y vender a los grandes almacenes”.
Respecto al acceso al financiamiento, apuntó que la función de las bancas privada y estatal –como en el caso de México, con la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FINA)– es dar crédito a esos pequeños productores, pero encontrando los equilibrios para crear el círculo virtuoso que los ayude a acceder a la tecnología y a semillas mejoradas.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que la agricultura familiar no debe verse como un problema de la pobreza rural, sino como una posibilidad de que el sector se vuelva central en la agenda de desarrollo de América Latina y el Caribe.