Jueves 11 de junio de 2015, p. 25
Dusseldorf.
Cientos de personas con rosas blancas y velas en la mano se alinearon en las calles para rendir un tributo a los 16 estudiantes de secundaria y dos maestros que fallecieron en la tragedia aérea de Germanwings el 24 de marzo pasado en los Alpes franceses, y cuyos restos llegaron este miércoles a la ciudad alemana de Haltern am See.
Un convoy de camionetas blancas para los estudiantes, y negras para los maestros, fue escoltado por la policía hasta la localidad de Haltern, pequeña ciudad de Renania del norte-Westfalia. Un autobús con familiares, y varios vehículos más acompañaban al cortejo fúnebre.
Luego de tantas semanas de espera, particularmente para los familiares, nos alegra tenerlos nuevamente en casa
, dijo el alcalde de Haltern, Bodo Klimpel.
El cortejo pasó frente al centro educativo frecuentado por las víctimas, donde numerosas personas, entre ellas compañeros de los fallecidos, estaban reunidas en silencio, mientras se escuchaba el tañir de campanas, según imágenes de la televisión, que mostró también la alcaldía con sus banderas a media asta.
Todo lo sucedido es una tragedia, especialmente para los padres, pero nosotros perdimos también a nuestros estudiantes y compañeros
, dijo Ulrich Wessel, director de la escuela. Los adolescentes perecieron cuando regresaban a su ciudad tras una estadía de intercambio en España.
La aerolínea alemana Lufthansa llevó el martes por la noche a la ciudad alemana de Dusseldorf los primeros 44 cuerpos de los 72 alemanes fallecidos, para ser entregados a sus familiares.
Los investigadores acabaron el mes pasado de identificar los restos de las 150 personas que iban en el avión, que el copiloto alemán de 27 años Andreas Lubitz estrelló intencionadamente contra los Alpes cuando cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf. Además de los 72 alemanes muertos, perdieron la vida 47 españoles y cuatro personas más con doble nacionalidad, incluyendo la española, además de otros ciudadanos de una decena de países.