Tras 84 años de ausencia en los Juegos Olímpicos, el polo podría regresar en la edición de Tokio 2020, informó ayer Guillermo Steta, presidente de la federación mexicana de la especialidad.

El funcionario explicó que el comité organizador de la justa veraniega invitó a la Federación Internacional de Polo (FIP) a presentar una solicitud para incluir este deporte como un evento adicional en el certamen.

Aunque la respuesta a la petición se dará a conocer en septiembre, es probable que el polo vuelva a una competencia olímpica, luego de que su última participación fue en Berlín 1936.

Es grato conocer esta noticia, principalmente para México, pues nuestro país siempre destacó en las pruebas de polo. Estamos contentos porque después de mucho trabajo se da la oportunidad de regresar al olimpismo, indicó Steta.

Recordó que de las cinco veces que este deporte formó parte de unos Juegos Olímpicos, en dos de ellos México obtuvo medalla de bronce (París 1900 y Berlín 1936).

Precisó que en el medallero olímpico de la disciplina nuestro país se ubica en quinto sitio, mientras a nivel mundial es sexto.

Sobre la situación actual de los polistas mexicanos, reconoció que hay buen nivel, pero estamos lejos de la calidad que se tenía en los años 30, 40 o 50.

Steta apuntó que en los 90 teníamos al mejor exponente del mundo en ese momento, que era Carlos Gracida, y a su hermano Guillermo, así como a otros buenos representantes, pero con las nuevas generaciones estamos muy lejos de esos niveles, aunque la tendencia es que vamos mejorando y estamos en vías de recuperar esa calidad a mediano plazo.

En conferencia de prensa para anunciar el British Polo Day, el 20 de junio en Londres y que pretende difundir la práctica de este deporte y conmemorar la relación diplomática México-Gran Bretaña, Steta dijo que una de las razones del declive del polo nacional fue que la mayoría de los grandes exponentes se fue a vivir a Estados Unidos, porque allá el profesionalismo está más desarrollado en comparación con nuestro país.