Martes 9 de junio de 2015, p. 2
Washington.
Tras varias postergaciones, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) lanzó este lunes un enorme globo que transporta una especie de platillo volador con el fin de poner a prueba el mayor paracaídas jamás desplegado, con miras a posar en Marte naves habitadas.
El globo de helio comenzó su ascenso de cerca de dos horas y media a las 17:45 GMT desde una base militar en Hawai, según la retransmisión en directo del canal de la NASA.
Se trata de la segunda prueba de esta tecnología. En el primer intento, en junio de 2014, el paracaídas se rasgó durante el descenso. La NASA entonces modificó el diseño.
Este año, la prueba se concentra en la forma en que este nuevo paracaídas supersónico funciona
, había explicado anteriormente en un comunicado Mark Adler, responsable de este proyecto del Laboratorio de Propulsión de la NASA.
Como la atmósfera de Marte no es muy densa, cualquier paracaídas destinado a suavizar la caída de una nave espacial pesada y que va a gran velocidad tiene que ser particularmente sólido.
La NASA comenzó a probar esta tecnología en 1976, cuando envió su misión Viking con dos robots a Marte. Sin embargo, como el objetivo es trasladar astronautas al planeta rojo hacia 2030, la agencia espacial necesita paracaídas de nueva generación, con tecnología más avanzada, que permitan a naves más grandes posarse con suavidad.
El vehículo utilizado para esta prueba, el platillo volador, pesa poco más de tres toneladas, es decir, dos veces más de lo que pesan las naves de la NASA que de hecho son capaces de tocar suelo marciano.
El paracaídas, llamado Low-Density Supersonic Decelerator, o LDSD (Desacelerador Supersónico de Baja Densidad), es descrito por la agencia como el mayor jamás desplegado
. Tiene 30 metros de diámetro y su objetivo es reducir la velocidad de entrada del vehículo de mach 2 a una velocidad subsónica
.
Para la prueba, el globo transportará al platillo volador y el paracaídas a una altitud de 37 kilómetros sobre el Océano Pacífico. Entonces soltará el platillo, que subirá aún más alto –hasta 55 kilómetros– gracias a sus cohete
Desacelerador
El desacelerador supersónico aerodinámico inflable, que tiene forma de rosquilla (llamado SIAD, por Supersonic Inflatable Aerodynamic Decelerator), se desplegará para frenar el descenso de la nave hasta cerca de 2.5 veces la velocidad del sonido (3 mil 60 kilómetros por hora). En ese momento el paracaídas se abrirá para ayudar al platillo a posarse en el Pacífico unos 40 minutos más tarde.
Esta nueva tecnología debe ser examinada a gran altitud, dado que las condiciones allí son similares a las de la atmósfera de Marte.