Es la manera en que la izquierda despide a los suyos, expresa Miguel Barbosa
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, acudió con la representación del Presidente de la República
La ceremonia congregó a representantes de las diversas fuerzas políticas
Domingo 7 de junio de 2015, p. 13
Manuel Camacho Solís murió en el momento en el que México requiere más estadistas. Se va cuando el país necesita más que nunca de mentes lúcidas, de acciones responsables y de compromisos claros con la democracia y con el país
, expresó el presidente del Senado, Miguel Barbosa, al encabezar el homenaje de cuerpo presente que brindaron los tres poderes de la Unión al senador fallecido el viernes.
Fue una emotiva ceremonia, breve tregua entre las fuerzas políticas en este proceso electoral, para despedir a quien fue calificado de hombre progresista, impulsor de la democracia y de la construcción de la buena política
.
En primera fila del recinto senatorial estuvo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, en representación del presidente Enrique Peña Nieto; el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales; el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y presidentes de tres partidos políticos: PRI, César Camacho Quiroz; PRD, Carlos Navarrete, y Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
Entre otros, estuvieron también el subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la cancillería; los presidentes de las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado, Julio César Moreno y Emilio Gamboa, respectivamente, y Manuel Granados Covarrubias, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Asimismo, los fundadores del PRD Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo (al cual renunciaron años después), así como legisladores de todas las fuerzas políticas.
La ceremonia se inició con un minuto de aplausos, práctica con la que la izquierda despide a los suyos
, comentó Barbosa. Esta vez el adiós fue para un miembro de la bancada perredista.
Manuel Camacho Velasco, hijo del ex regente capitalino, subió a tribuna para agradecer el homenaje, y desde ahí mostró la parte humana del político, al dar lectura a una carta que les dejó a él y a sus cinco hermanos, Juan, Guadalupe, Isabel, Inés y la pequeña Leonor, de seis años.
Con frecuencia en nuestras vidas llegan momentos difíciles, ustedes los han vivido; cuando eso pase, ármense de valor, miren hacia adelante o, si es necesario, deténganse y descansen, pero nunca desesperen, no corran, no huyan
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En el texto les hizo algunas recomendaciones: “Sean buenos y nunca se arrepientan de ello; sean valientes. Si se dan por vencidos, lo que hoy no es posible, lo será mañana.
Manténganse unidos, busquen siempre la felicidad, corrijan lo que está en sus manos cambiar, no guarden rencores contra nadie; siempre que puedan tengan un gesto amable, cariñoso, con los pobres, los enfermos, con quienes sufran, y quieran mucho a México. Es nuestro país, al único que pertenecemos, el único que nos pertenece.
El féretro fue colocado en el centro del salón de plenos y cubierto con un lábaro patrio. A un costado destacaba una fotografía, e imágenes proyectadas en memoria del político fallecido a causa del cáncer. El presídium fue adornado con arreglos florales y un moño negro, similar al que se colocó en la fachada del Senado, para hacer patente el luto. Enfrente se ubicó a los hijos de Camacho Solís y a su viuda, Mónica Vanderbilt.
Para honrar al ex secretario de Relaciones Exteriores se montaron seis guardias de honor, iniciadas por la de sus familiares. Continuó la de los representantes de los poderes de la Unión, con el ministro presidente Luis María Aguilar y Luis Videgaray.
Luego correspondió a la mesa directiva del Senado; a los representantes de partidos políticos; a senadores de la bancada del PRD y al final a legisladores de las distintas fuerzas, incluso con aquellos con quienes protagonizó fuertes debates legislativos.
Posteriormente, los integrantes de la mesa directiva retiraron del féretro la bandera nacional y la entregaron a la viuda. La ceremonia culminó con el Himno Nacional y la marcha fúnebre.