Domingo 7 de junio de 2015, p. 5
El proceso electoral 2015 quedó marcado por la violencia: asesinato de candidatos, precandidatos, militantes y personas ligadas a las campañas; aspirantes secuestrados y amedrentados por comandos; abanderados que se retiraron de la contienda por amenazas, así como ataques contra instalaciones electorales o partidistas.
Al menos 14 personas fueron ultimadas en ocho estados a partir del comienzo del proceso para renovar nueve gubernaturas, 16 congresos estatales, 887 alcaldías y 500 diputaciones federales.
Este sábado, el candidato del PAN a diputado federal por el distrito de Tula de Allende, Hidalgo, Rosendo Cruz, sufrió un atentado a balazos en el municipio de Tlahuelilpan y resultó herido.
También ayer, un comando atacó la sede del PRI en Matamoros, Tamaulipas, no hubo lesionados. Apenas el 2 de junio, desconocidos arrojaron un artefacto al Palacio de Justicia en esa ciudad e hirieron a cuatro personas.
Fue Guerrero el estado donde hubo más muertes durante el proceso electoral, con seis: el pasado 10 de marzo, Aidé Nava González, candidata del PRD a la alcaldía de Ahuacuotzingo, fue ejecutada y decapitada.
El primero de mayo, un comando mató de 15 balazos a Ulises Fabián Quiroz, candidato de la alianza PRI-PVEM a la alcaldía de Chilapa. Una día antes, un grupo armado asesinó a cuatro militantes de Nueva Alianza en el municipio de Ixcapuzalco.
En Michoacán, el 14 de mayo, el candidato de Morena a la alcaldía de Yurécuaro, Enrique Hernández, fue asesinado.
El 2 de junio en Valle de Chalco, estado de México, el candidato del PRD a diputado federal, Miguel Ángel Luna, fue ultimado.
En Oaxaca fue asesinado el precandidato del PRD a diputado federal, Carlos Martínez.
El 20 de mayo, Jehová de la Cruz Gallegos fue ultimado a tiros por dos sujetos.
En Tabasco, el 14 de mayo Héctor Cruz López, candidato a regidor por el PRI en Huimanguillo, fue ejecutado. En Puebla, el 26 de mayo, fue asesinado José Salvador Méndez, coordinador de campaña de Lorenzo Rivera, candidato del PRI a diputado federal.
En San Luis Potosi hubo dos crímenes: el 20 de febrero, Cecilia Izaguirre, dirigente municipal del PRI en Lagunillas, y el 6 de abril, Alfonso Ordaz, operador político del PAN. En Yucatán, dos jóvenes murieron al ser agredidos por pandilleros presuntamente vinculados a PAN y PRI.