Homenaje a fallecidos por el bombazo en mitin del partido kurdo
Domingo 7 de junio de 2015, p. 23
Estambul.
Cientos de personas –principalmente miembros de la minoría kurda del este de Turquía– rindieron tributo ayer a dos simpatizantes del Partido Democrático Kurdo (HDP, por sus siglas en turco), quienes murieron el viernes en un atentado cometido en la ciudad oriental de Diyarbakir, durante un acto proselitista de cara a las elecciones legislativas de este domingo.
En su primera campaña electoral como entidad política legal que busca representación en el Parlamento, también por vez primera el HDP ha sido blanco de actos hostiles, que el viernes alcanzaron su máxima expresión con la detonación de dos bombas en un intervalo de 10 minutos, que además de causar dos muertos ocasionaron heridas a un centenar.
El presidente Recep Tayyip Erdogan lamentó el hecho y envió condolencias a los familiares de los fallecidos en el mitin de Diyarbakir, donde se presumió en un principio que los dos estallidos ocurrieron en transformadores eléctricos. El mismo viernes fue desmentida esa versión por las autoridades, las cuales confirmaron que en realidad se trató de bombas cilíndricas rellenas de perdigones.
Es importante que todos nuestros ciudadanos sean cuidadosos ante provocaciones como ésta, pensadas para minar nuestra democracia, la atmósfera de paz y hermandad en nuestro país
, dijo Erdogan este sábado.
El atentado generó confusión entre simpatizantes y militantes del HDP, así como entre agentes de policía que custodiaban el acto proselitista, quienes según testigos comenzaron a disparar gases lacrimógenos. La policía informó de la detención de 17 militantes del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán por su presunta responsabilidad en el hecho.
El ataque no estuvo dirigido contra un partido, fue contra la democracia
, aseveró a su vez el primer ministro Ahmet Davutoglu.
Además de las agresiones contra los mítines y candidatos del HDP, la campaña electoral ha estado marcada por críticas contra el presidente Erdogan por haberse mudado el otoño pasado a un palacio de mil habitaciones y salones que costó 490 millones de euros.
Erdogan justificó este sábado su decisión con el argumento de que cuando asumí mis funciones anteriores, como primer ministro, el cuarto de baño de la casa estaba lleno de cucarachas. ¿Un lugar así es digno de acoger al jefe de gobierno? ¿Instalaría ahí a un invitado? ¿Qué pasaría si esta personas contara lo que ha visto?