Sin autonomía estamos disminuidos. A partir de la vigencia de ese principio servimos mejor a nuestra sociedad. Por ello, no claudicaremos en su defensa y haremos lo necesario para defenderla, manifestó ayer el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles.

Al encabezar la entrega del reconocimiento Autonomía Universitaria y la medalla conmemorativa por los 100 años del natalicio de José Barros Sierra, señaló que la autonomía es el principio fundamental de las instituciones públicas de educación superior.

Es condición indispensable para el desarrollo de su quehacer, base a partir de la cual se pueden desempeñar con libertad la docencia, la investigación y la difusión de la cultura, expresó.

En el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, dijo que la autonomía también representa la obligación de rendir cuentas, ejercer el compromiso con la sociedad que nos da razón de ser. Implica la transparencia en el uso de los recursos que aporta la nación, pero también la exigencia de calidad en el desarrollo y el cumplimiento de las tareas sustantivas.

Abundó que en un país como el nuestro, donde casi la mitad de la población vive en situación de pobreza, la enseñanza superior pública es la opción de muchos jóvenes para superar esa condición y romper el círculo vicioso que lleva a perpetuarla y generar exclusión social y económica.

Por ello, subrayó, se debe apoyar a las instituciones de educación pública superior y proteger su autonomía.

No se debe ignorar, agregó, que esa enseñanza, sobre todo en el nivel superior, con frecuencia es cuestionada desde diversos frentes.

Para algunos la formación que proporcionan las universidades debe sujetarse a las demandas del mercado laboral y con ello se pone en tela de juicio que se impartan carreras de humanidades o artes.

Algunos más exigen que las investigaciones que desarrolla sean productivas, en el sentido del mercado. Ignoran que sin la investigación básica no serían posibles ni la aplicada ni el desarrollo que nos rige.

Narro Robles encabezó la entrega del reconocimiento Autonomía Universitaria 2015, por vez primera, a personas e instituciones que han destacado en la defensa de la educación superior pública, que han luchado en favor de la autonomía, que han hecho aportes significativos a la sociedad y que, sostuvo, se han constituido en ejemplos que conviene seguir, en modelos que es indispensable dar a conocer.

En el 85 aniversario de la autonomía de la UNAM se otorgó la distinción a Guillermo Soberón Acevedo, Justo Sierra Méndez, Javier Barros Sierra, Manuel Gómez Morín, Ignacio Chávez Sánchez, Alejandro Gómez Arias, José María de los Reyes e Ignacio García Téllez. Familiares de los siete últimos recibieron el reconocimiento.

También se distinguió a las universidades Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Autónoma de Sinaloa y Autónoma de San Luis Potosí.

El ex rector Soberón Acevedo dijo en nombre de quienes fueron reconocidos que la autonomía hay que entenderla como la libertad para conducir el quehacer en apego de los principios que la rigen: libertad de cátedra y de investigación, de pensamiento y de creación.

A su vez, Javier Barros Valero, luego de recibir la medalla por el centenario del natalicio de su padre, sostuvo que el ex rector y la autonomía se hallan estrechamente vinculados por la defensa serena y valiente que hizo de ella en un momento particularmente crítico de la historia de nuestra casa de estudios y del país.

El discurso de Javier Barros Valero en la ceremonia.