Testimonios de graves violaciones a derechos humanos por fuerzas de seguridad en México, entre ellos de Amílcar Colón, migrante que fue torturado por elementos de la policía y militares en el norte del país, fueron presentados ante el Subcomité de Derechos Humanos Internacionales del Parlamento de Canadá, que reaccionó con profunda preocupación.

El migrante garífuna Ángel Amílcar Colón Quevedo habló de cómo militares lo sometieron a severos actos de tortura y discriminación, dentro de instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, a fin de obligarlo a autoincriminarse en delitos que no cometió.

El comité parlamentario también escuchó con inquietud el testimonio de Alex Neve, secretario general de Amnistía Internacional Canadá, y de Luis Tapia, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

Éste explicó que el caso de Ángel no es aislado, sino sucedió en medio de la llamada guerra contra las drogas que militarizó la seguridad en México e hizo explotar una crisis de graves violaciones a derechos humanos caracterizada por el uso de la tortura como método de investigación, desaparición forzada y ejecuciones.

A los testimonios rendidos ahora ante el grupo canadiense se suma la denuncia que realizó el pasado 28 de abril en Ottawa Hilda Legideño, madre de Marco Antonio Tizapa Ledigeño, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, quien solicitó al gobierno canadiense en la búsqueda de la verdad y justicia por los hechos de desaparición forzada ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014.