La producción de trigo para este año se prevé catastrófica, ya que en Sonora –que aporta más de 60 por ciento del volumen nacional– se estiman pérdidas superiores a 2 mil millones de pesos, expuso la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano).

Los rendimientos en los valles del Yaqui y Mayo cayeron 30 por ciento, pues en lugar de obtener 6.8 toneladas por hectárea sólo se han logrado 4.9. Las pérdidas estimadas son de 300 mil toneladas, por lo que se prevé obtener únicamente un millón 500 mil, volumen incluso por debajo de los 2 millones que se obtuvieron hace dos años.

El estado ha aportado tradicionalmente 62 por ciento de los 3.3 millones de toneladas que en promedio se han logrado cosechar a partir de 2000, explicó Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alcano.

Por la pérdida de producción debido a fenómenos climatológicos, la industria tendrá que incrementar sus importaciones, lo cual repercutirá en el aumento del precio de pastas y harina, entre otros productos, alertó.

Agregó que los productores afrontarán problemas para su subsistencia, ya que Agroasemex limitó el pago del seguro y reaseguro agropecuario, por lo que no se está aplicando el subsidio anual para el pago de la prima. Si los agricultores no cuentan con el apoyo de la Secretaría de Agricultura, dejarán de circular 2 mil 600 millones de pesos en la región, pues sólo se procederá a levantar la cosecha y pagar los créditos; no habrá derrama y eso puede paralizar la vida económica del sur de Sonora, por lo menos en los próximos cuatro meses.

Refirió que en el país la producción promedio de trigo duro o cristalino –utilizado para pastas– es de poco más de 3 millones de toneladas, mientras el suave o harinero –básico para la industria panificadora– es de 240 mil toneladas, por lo que las importaciones podrían superar el 50 por ciento que tradicionalmente se adquieren para cubrir el consumo nacional de 8 millones de toneladas.