Ensenada BC.

El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que la participación de la Armada de México es invaluable y crucial para el desarrollo del sector marítimo de México, para la protección de nuestros litorales y recursos naturales, para la seguridad de nuestras instalaciones petroleras y estratégicas, así como para impulsar el comercio y la pesca.

Al encabezar la ceremonia conmemorativa del Día de la Marina, el comandante supremo de las fuerzas armadas hizo un reconocimiento a los integrantres de la Armada, porque gracias a su labor incondicional el país está en condiciones de desarrollar el enorme potencial que tenemos en nuestros mares.

En la sede de la segunda región naval y ante los secretarios de Marina y de la Defensa Nacional, Vidal Francisco Soberón Sanz y Salvador Cienfuegos Zepeda, respectivamente, así como de la procuradora general de la República, Arely Gómez, y otros miembros de su gabinete, Peña Nieto indicó que el mar es la puerta al mundo y un puente que nos une a los mercados globales, e hizo un llamado a aprovechar la situación estratégica que tienen los puertos mexicanos para impulsar su crecimiento.

Destacó que más de 80 por ciento del comercio mundial se transporta por mar, y que los puertos mexicanos se enlazan con 130 países y 430 destinos mundiales.

Añadió que desde el inicio de su administración se ha trabajado para mejorar la productividad e infraestructura de la marina mercante, petrolera, pesquera y turística nacionales.

Resaltó la ampliación y fortalecimiento de la industria portuaria en el Golfo de México y en el Pacífico, y apuntó que las actuales condiciones exigen que nuestro país cuente con una flota petrolera profesional y bien equipada, como es el caso de Pemex, que tiene como meta la adquisición de 41 naves en el presente sexenio, de los cuales, dijo, ya se adquirieron 16 buques-tanque, además de las 22 embarcaciones menores que se construyen actualmente en los astilleros de la Armada de México para fortalecer la flota petrolera.

Previamente, Peña Nieto encabezó la ceremonia solemne de evocación de los marinos (civiles y militares) muertos en el mar en el cumplimiento de su deber. A bordo del buque Usumacinta, de la Armada, el comandante en jefe de las fuerzas armadas depósito una ofrenda floral en el mar en recuerdo de los marinos caídos.

Más tarde, el jefe del Ejecutivo federal abanderó al buque San Jorge.