Un paseo del Tri en Chiapas
El regreso de los delanteros pumas a la selección
l partido de la selección en Chiapas pareció más una bonita fiesta de despedida que un auténtico encuentro de preparación rumbo a la inminente Copa América. Una cascarita en el Centro de Alto Rendimiento ante un equipo del máximo circuito le hubiera servido más a Miguel Herrera para sacar conclusiones que el realizado en Tuxtla Gutiérrez ante Guatemala.
El duelo fue de esos calificados de moleros, con el agregado de las circunstancias que lo rodearon. Sin embargo, más allá del beneficio económico-político que representó para algunos, se pudo observar, por ejemplo, la diferencia entre el Tecatito Corona, titular en el Twente, y Raúl Jiménez, quien sufre la banca y tribuna en el Atlético de Madrid.
Los que juegan en Europa marcan diferencia, se apresuró a decir el Piojo Herrera, lo que es cierto en el caso de Jesús Manuel Corona, quien en la cancha del estadio Zoque mostró destellos de su talento en la Eredivisie. Por su parte, el ex americanista Jiménez se vio fuera de ritmo y sin el olfato de gol que lo caracterizaba, luego de estar casi congelado con los Colchoneros.
En cuanto a los elementos de la liga nacional, destacaron Luis Montes y Eduardo Herrera. El Chapo del León está tratando de recuperarse de una lesión que lo marginó del Mundial de Brasil. Estuvo cerca de anotar un golazo al minuto 10 y se confía que en la Copa América de Chile se muestre como el orquestador de un equipo al que a veces se le nublan las ideas ofensivas.
A Lalo Herrera el doblete marcado le puede servir para encontrar un resquicio en la alineación titular. El Grande, como le llaman, puede ser considerado la última joya de una cantera universitaria que parecía agotada. El camino del centrodelantero no ha sido fácil: le costó que le dieran una oportunidad en el primer equipo puma, además de que fue enviado un torneo a Torreón, donde no tuvo mucha actividad, pero le sirvió para madurar.
En el Tricolor se extrañan aquellos centrodelanteros de extracción universitaria, como Hugo Sánchez, Luis Flores o Luis García. Herrera tiene presencia física, algo que agrada al seleccionador nacional, y ahora en lo que deberá trabajar es en el tiro ante el arco rival para convertirse en eso que definen como un matón del área, en un futbol donde la mayoría de los equipos recurren en ese puesto al talento sudamericano.
Esta semana el Tri B enfrentará a Perú y Brasil, dos escuadras ante las que se verá la realidad de lo que puede esperarse en la Copa América.
Mientras, sigue la danza de técnicos. A Gustavo Matosas no le importó pasar de Televisa a Tv Azteca en un simple parpadeo. Salió del América porque no le permitieron hacer su voluntad en el equipo y en el club, algo que sí le debieron prometer en el Atlas, que siempre ha practicado el futbol ofensivo que gusta al timonel uruguayo.
Llama también la atención el regreso de Ricardo LaVolpe a los banquillos, luego de su polémica salida de las Chivas. Se esperaba que el bigotón firmara en un equipo como Cruz Azul, pero apareció sorpresivamente con los Jaguares, un club modesto en el que le espera mucho trabajo.
El Puebla sigue en su papel de jugar contra sí mismo. Despidió a José Cruz, quien los salvó del descenso y les dio un título de Copa Mx, y decidió contratar a Pablo Marini, un excelente técnico en conversaciones de café, pero que se duda sea la solución en la cancha para los Camoteros.
Santos y Querétaro confirmaron a sus respectivos estrategas, con lo que el Cruz Azul es el único sin timón y sin pies ni cabeza, algo normal desde que el directivo Billy Álvarez y el promotor Carlos Hurtado tienen secuestrada a la Máquina.
El que sigue siendo Rey Midas es Carlos Slim. Salvó al Oviedo de la desaparición y ahora logró el ascenso a la segunda división de España. No sabrá mucho de futbol, pero ni falta le hace: el negocio del balompié es más redondo que la pelota misma.