Milán.

El español Alberto Contador cumplió con la lógica y se consagró vencedor del Giro de Italia por segunda vez en su carrera, pero casi sin tiempo para el festejo ya tiene en mente la próxima meta: el Tour de Francia, que comienza en 33 días.

Tras completarse la vigesimoprimera y última etapa, de 178 kilómetros, entre Turín y Milán, que fue ganada por el belga Iljo Keisse, el español se garantizó el triunfo y repitió el cetro que había conseguido en 2008.

Contador, quien ahora buscará también ganar el Tour de Francia, hazaña que ningún ciclista logra desde 1998, cuando lo hizo el italiano Marco Pantani, y que sólo siete pedalistas consiguieron en la historia, fue escoltado por el local Fabio Aru, a 1.53 minutos, y por su compatriota Mikel Landa, a 3.05 en la clasificación general.

“Ahora viene el Tour”, afirmó el dueño del equipo Tinkoff-Saxo, el multimillonario ruso Oleg Tinkov, quien espera una rápida hilera de éxitos de Contador.

El español se mostró especialmente feliz por la victoria, por varias circunstancias que le tocaron vivir a lo largo de la carrera, como dos caídas, una de las cuales le provocó una lesión en el hombro, y una mala penúltima etapa el sábado, que por poco pone en peligro su triunfo.

“Durante estas tres duras semanas del Giro todo lo imaginable ha sucedido”, afirmó.

Si bien se le computan dos Giros, el español también había vencido en la edición de 2011, pero le retiraron el título por un caso de dopaje y lo adjudicaron al italiano Michele Scaparoni.

Por ese motivo, cuando cruzó la meta y en la celebración en el podio, Contador levantó la mano y mostró tres dedos, dejando en claro que siente que fue la tercera vez que gana el Giro, más allá del que le quitaron por sanción.

Con la victoria del domingo, el español suma siete victorias en grandes vueltas: dos en el Tour (2007 y 2009), tres en la Vuelta española (2008, 2012 y 2014) y dos en el Giro (2008 y 2015). Al igual que en el Giro 2011, también le fue quitado por dopaje el triunfo del Tour en 2010.

A pesar de las muestras de debilidad que exhibió el sábado en la última etapa de montaña, cuando Aru le descontó más de dos minutos, Contador mostró que su estrategia a lo largo de la prueba fue casi perfecta: sin ganar ni una etapa, se quedó con la victoria final.