Trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) integraron un frente opositor al control sindical de Carlos Romero Deschamps, actual senador del PRI, y para exigir cambios en la administración de esta empresa pública.

Reunidos en convención nacional petrolera, advirtieron en torno al paulatino desmantelamiento de la petrolera y de las conquistas laborales.

“Exigimos respeto irrestricto a las conquistas laborales que se lograron para los trabajadores en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), a través de las luchas que se dieron desde hace más de 75 años en su histórico y heroico surgimiento... Del dominio charril que encabeza Romero Deschamps se deriva, hoy en día, la amenaza del despido de miles de trabajadores y la mutilación del contrato colectivo”, se lee en la declaración política de esta convención gremial.

En caso de concretarse el despido y suspensión de contrataciones, la plantilla laboral se reducirá de 160 mil a menos de 100 mil, en unos cuantos meses, según cálculos de los propios trabajadores.

Federico Mora Palacios, trabajador de base en el área de Exploración y Producción (Villahermosa, Tabasco), dijo que para lograr una reconstrucción es indispensable la aplicación de auditorías a los convenios fraudolentos y corruptos del líder sindical en Pemex.

El primero de agosto próximo será revisado el contrato colectivo de trabajo de esta empresa, ya bajo el nuevo marco legal del sector energético, derivado de la reforma de diciembre de 2013. Hacia 2018, Romero estaría operando para su relección, por seis años más, al frente del gremio, cuya secretaría general ocupa desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Los opositores indican que no son disidentes sino un grupo de trabajadores que empezarán una labor de concientización en cada una de las 36 secciones del STPRM.

Esta vez se reunieron en un auditorio de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación; son encabezados por integrantes del Grupo Unido de Regeneración Sindical y apoyados por empleados de confianza de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionales Petroleros, entre otros.

Los grupos opositores en este sindicato no son nuevos, aunque en esta ocasión la diferencia es sustancial, luego de la reforma –y división– de la paraestatal; los objetivos internos, afirma Mora Palacios, son alcanzar un cambio por la vía democrática, sin prestarse al juego del sistema o ser esquiroles de la base trabajadora.

–¿A qué se enfrentarán? –se le pregunta en entrevista a Mora Palacios.

–Sabemos a lo que nos encontramos. Estamos dispuestos, como dijo nuestro compañero Leonardo Hernández Escamilla, nombrado responsable del consejo de vigilancia del bloque opositor, a dar incluso la vida, no sólo como petroleros sino como mexicanos, porque el país camina no sólo al despeñadero sino hacia la esclavitud.

–¿Cuáles son los principales factores que han afectado recientemente al trabajador petrolero?

–El recorte de personal se aplica a partir de cancelar nuevas contrataciones y jubilar a trabajadores. Empezaron con los de confianza, ahora están con los sindicalizados. Tenemos la seguridad de que a partir del primero de agosto no habrá contrataciones de personal transitorio o cubre faltas y posiblemente cancelen otro tipo de contrataciones.

“Necesitamos difundir información –añadió–. Hay muchas áreas privatizadas, desagregadas de Pemex, como el Complejo Petroquímico Pajaritos.

–¿Qué significa para ustedes el factor Romero Deschamps?

–Es un delincuente, un hampón, protegido por la autoridad. Él se la pasa en el Senado de la República leyendo revistas, y en el sindicato ha violado sistemáticamente los estatutos, el contrato colectivo de trabajo, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos y la Constitución. Pretender un cambio en el sindicato petrolero significa sufrir consecuencias.