San Cristóbal de Las casas, Chis.

Habitantes del municipio de Chilón que protestaban porque desde hace más de un mes no tienen agua potable, se enfrentaron con simpatizantes de Leonardo Guirao Aguilar, alcalde con licencia y candidato a diputado federal por PRI y PVEM, lo que dejó varios lesionados y dos vehículos dañados.

Representantes de los inconformes dijeron que ante la falta de respuesta de las autoridades del PVEM para dotar de agua a los pobladores, más de 300 personas bloquearon el viernes los dos accesos a la cabecera de Chilón, situado en el norte de Chiapas.

Añadieron que partidarios de Guirao Aguilar pretendieron desalojarlos pero como no pudieron destrozaron una cafetería que el manifestante Guillermo Godínez Martínez tiene en el centro y a éste se lo llevaron en una patrulla de la policía municipal a una comunidad cercana, desde donde exigieron la entrega de cien mil pesos para liberarlo, así como que retiraran los bloqueos.

Ante su negativa a pagar el dinero y suspender la protesta, la mañana de este sábado llegaron cientos de partidarios del candidato a tratar de desalojarlos por la fuerza porque éste tenía programado su cierre de campaña en la cabecera –que se suspendió–, lo que originó el enfrentamiento.

Nosotros éramos más de 500 y ellos nos superaban en número pero resistimos y no nos desalojaron, a pesar de que nos atacaron con piedras y palos y con balazos al aire, dijo uno de los representantes de los inconformes, quien aseguró que los partidarios de Guirao Aguilar quemaron un vehículo de su cuñado Óscar González, y volcaron una patrulla de la policía municipal.

Hay varias personas golpeadas (que no requirieron hospitalización), y todo porque nos organizamos para exigir que nos den agua porque hace más de un mes que no tenemos. El ahora candidato a diputado se gastó en dinero en promoción personal y el ayuntamiento argumenta que no hay recursos para arreglar la tubería y comprar una válvula que dicen que cuesta 500 mil pesos, agregó.

Comentó que el delegado de gobierno en la región, Francisco de Meza, les entregó todo golpeado a Godínez Martínez, luego de negociar su liberación con sus captores. Manifestó que el delegado los citó a una reunión para tratar el problema con las autoridades municipales pero las oficinas de la delegación estaban cerradas y hasta las 20 horas ninguna autoridad se había comunicado con ellos para dialogar.