En entrevista, el percusionista despeja las dudas alrededor de la mítica agrupación
Tras la muerte del fundador, Juan Formell, su hijo es ahora responsable de cuidar el legado: dirigir el grupo es un sentimiento profundo, un orgullo y un enorme reto para el que estoy preparado
, sostiene
Se presentan hoy en único concierto en Mama Rumba Loreto
Viernes 29 de mayo de 2015, p. 9
Precedidos por un halo de rumores y especulaciones acerca de su accionar artístico/musical tras la muerte de su fundador, el mítico Juan Formell, acaecido el primero de mayo de 2014, Los Van Van de Cuba llegan a México para dar a conocer su producción discográfica más reciente, La fantasía, así como para presentarse y dejar sentado, de una vez por todas, que así como Cuba, Los Van Van tienen futuro
.
El de la afirmación es Samuel Formell, hijo de Juan y responsable, junto con todos los vanvaneros
, de cuidar el legado de su padre y mantener el arraigo del conjunto.
En entrevista con La Jornada, Samuel habla de ello, de la responsabilidad que tiene ahora, más allá de tocar (magistral y vigorosamente) la batería, la de quedar al frente de la agrupación más importante de Cuba y la más conocida y requerida a escala internacional.
“Sí, es una tremenda responsabilidad, porque se trata, como dices, de una de las orquestas más reconocidas en la historia de la música cubana, generadora de un estilo único, que tras 46 años de existencia no sólo ha mantenido su sello, sino que ha provocado toda una revolución musical, trascendiendo épocas (…). Dirigirla después de mi padre es un sentimiento profundo, un orgullo y a la vez un enorme reto, para el cual estoy preparado.”
Como una premonición
Cuenta Samuel que antes de fallecer su padre ya se había hecho responsable de la agrupación.
“Cuando mi padre decidió tomar un descanso para reflexionar y hacer música de manera más relajada, me dejó la responsabilidad. En ese momento él acababa de cumplir 70 años de edad y se le había declarado la diabetes, por lo que los viajes largos le resultaban molestos y cansados.
A la gira europea anual, que incluye de 30 a 40 conciertos, él ya no viajaba, sólo recibía el reporte y pormenores.
Samuell piensa que su padre le preparó su destino. Como que hubo cierta clarividencia de su parte
, dice y sonríe.
“Mi padre siempre pensó en dejar su trabajo bien encaminado y, desde luego pensó en mí como el continuador de su esfuerzo. Y no tanto porque fuera su hijo o trabajara en su orquesta, sino porque vio en mí carácter, disciplina y responsabilidad. Entonces me fue preparando en vida para cuando llegara el momento. Éste llegó y, confieso, no fue nada fácil, era una presión enorme, tenía que tocar, dirigir y cumplir otras funciones. Poco a poco dejé de sentir esa presión, supere esa primera instancia y hoy día siento que le estoy cumpliendo a él, al grupo y al público.
Soy un Van Van desde la cuna
, subraya Samuel Formell, quien dice que se crió escuchando la época de oro de esta orquesta, cuando ensayaban en la casa familiar y estaban los legendarios fundadores, entre ellos José Luis Quintana Fuentes Changuito, su alter ego de la percusión.
Fue precisamente Changuito quien a la edad de 15 años y para probar su talento lo subió a una tarima a tocar en vivo la Sandunguera, clásico vanvanero. Samuel pasó la prueba y cuando Changuito dejó la agrupación ocupó su lugar.
Fue un enorme compromiso. No era fácil llenar ese hueco. Aprendí el concepto original de la orquesta, y propuse añadir influencias contemporáneas a la percusión, a la vez de elementos de la percusión afrocubana.
Diseñó una forma de polirrítmia que determinó la sonoridad del grupo. Una manera de sonar
instrumentos variados en la batería que incluye las funciones del bongosero y timbalero. Un estilo de tocar que requiere destreza, fluidez y esfuerzo físico. Y esto, dice Samuel, le ha traído problemas de salud, ya que ahora presenta lesiones en hombros, antebrazos y espalda.
Me estoy atendiendo como si fuera un atleta de alto rendimiento, con ciertos tratamientos especializados; voy progresando. La percusión es muy demandante y requiere de una disciplina particular. Ahora estoy trabajando en otras técnicas y formas de abordar el instrumento que me den el mismo resultado.
El martes pasado, en una animada convivencia con sus seguidores mexicanos, organizada por Érika Muñoz Zúñiga, Los Van Van en pleno, presentaron La fantasía, disco editado por la Egrem cubana y licenciada por la trasnacional Sony Music.
Se trata de un álbum muy a lo Van Van, que trasmina el espíritu de Juan Formell y de quien se rescatan cinco temas.
“Mi padre escribió mucha música y ahora estoy revisando ese legado para darla a conocer. Dejó mucho de eso en demos, grabados en casa a guitarra y voz. Tal es el caso de La fantasía, que me encontré en un caset. Lo retomé, le hicimos un arreglo siguiendo la fórmula de mi padre y el resultado es un tema impactante, con la voz de él y la sonoridad Van Van
“Este cedé es muy importante para todos nosotros. Lo trabajamos bajo la presión de la expectativa (…) Era bastante difícil pensar lo que el público estaba esperando: los fanáticos de Van Van, que conocen la historia del grupo, especulaban en bares y salones de baile sobre lo que pasaría con la agrupación después de la muerte de mi padre (…) Creo que con este disco les damos la respuesta y a la vez confirmamos que Los Van Van, así como Cuba, tienen futuro.”
Los Van Van se presentan hoy, en único concierto, en Mama Rumba Loreto. Entrada $350.