Oakland.

Golden State Warriors jugará a partir del jueves 4 de junio la final de la NBA frente a Cavaliers de Cleveland, tras lograr ayer el cuarto y definitivo triunfo ante Houston Rockets en la final de la Conferencia Oeste.

Warriors, que se impusieron en casa por 104-90 y cierran la serie ante Rockets con 4-1, disputarán su primera final del baloncesto estadunidense en 40 años, desde que en 1975 ganaron su tercer anillo.

En un partido donde predominaron las defensas, Warriors lograron el impulso necesario en el último cuarto, en el cual se escaparon por 15 puntos, con nueve consecutivos de Harrison Barnes.

Rockets, que buscaban casi un milagro para remontar un 3-1 en contra, sufrieron el mal desempeño de su gran estrella, James Harden, con 13 balones perdidos, récord negativo en partido de playoff, y apenas 14 puntos.

Harden, excelente en el cuarto partido, se vio maniatado por la defensa de Barnes, Draymond Green y Andre Iguodala, y sólo anotó dos de sus 11 lanzamientos.

Golden State, el mejor equipo de la temporada regular, tendrá de nuevo ventaja de cancha frente a Cleveland, que el martes sentenció con un claro 4-0 la final del Este ante Hawks de Atlanta.

La final, dentro de una semana, supondrá un duelo entre la emergente estrella de Warriors y el jugador más valioso (MVP) de la temporada regular, Stephen Curry, y el astro de Cavs, LeBron James, cuatro veces MVP.

James desea su tercer anillo de campeón y el primero con el equipo de casa, Cleveland, que nunca en su historia levantó el trofeo.

Seremos nosotros, haremos el mismo juego de siempre, ritmo rápido y defender como locos, dijo sobre la final Curry, ayer autor de 26 partidos, pese a no tener una noche brillante.

Queríamos traer el título a la bahía de San Francisco y estamos a cuatro victorias del objetivo, señaló el astro.

La afición es una de las fuerzas de Warriors, que en la temporada regular acumularon en casa un balance de 39-2. En los playoffs agregaron otra derrota en su feudo.

La final será un enfrentamiento también entre dos técnicos novatos, Kerr y David Blatt, entrenador de Cavs. Kerr ya ganó cinco títulos en su etapa de jugador con Chicago Bulls y San Antonio Spurs, mientras Blatt sabe lo que es triunfar en Europa.