Especialista recomienda tomar cinco comidas al día
Martes 26 de mayo de 2015, p. 33
Mantener una alimentación saludable en la infancia es uno de los factores más importantes para un adecuado crecimiento y desarrollo. La adopción de hábitos saludables en los niños ayuda a prevenir el sobrepeso, la obesidad, la desnutrición crónica y un retardo del crecimiento, señaló Nayeli Garibay, endocrinóloga pediátrica de la Clínica de Obesidad Infantil del Hospital General de México.
En el contexto del Día Mundial de la Nutrición (28 de mayo), dijo que un problema derivado de una nutrición deficiente es la talla baja, debido a la escasa ingesta y mala absorción de alimentos, que provoca un retraso en el crecimiento infantil.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 indican que en niños menores de cinco años la prevalencia de bajo peso es 2.8 por ciento, mientras 1.6 por ciento presentarán talla baja; cifra que se incrementa hasta 5 por ciento en menores de un año.
Otro problema relacionado con una nutrición deficiente es la obesidad infantil, que ha crecido de forma alarmante en años recientes. México ocupa el primer lugar mundial en este renglón y segundo en obesidad en adultos, precedido por Estados Unidos.
La prevalencia nacional combinada del sobrepeso y la obesidad en 2012, acorde con los criterios de la Organización Mundial de la Salud, fue de 34.4 por ciento (19.8 y 14.6 por ciento, respectivamente). Para las niñas esta cifra es de 32 por ciento (20.2 y 11.8 por ciento, respectivamente) y para los niños, es casi 5 puntos mayor, 36.9 (19.5 y 17.4 por ciento).
La nutrición es un proceso que engloba aspectos sicológicos, biológicos y sociológicos que están involucrados en la obtención, asimilación y metabolismo de los nutrimentos por el organismo, en el cual se incluyen la ingestión, la digestión, la absorción, el transporte, la utilización y la excreción de sustancias alimenticias, teniendo como objetivo asegurar al organismo un desarrollo óptimo
, señaló la experta.
Asimismo, dijo que una buena nutrición depende de una correcta alimentación; ésta se debe fomentar desde edades tempranas. Es de vital importancia brindar los requerimientos de energía que cubran las necesidades de macro y micronutrimentos, logrando un equilibrio nutrimental para cada individuo en las diferentes etapas del crecimiento
.
Recomendó mantener buenos hábitos alimentarios, como realizar cinco comidas al día (tres de alimentos principales y dos colaciones), evitar el consumo de productos industrializados, desayunar de forma equilibrada como principal fuente de energía, fomentar el consumo de agua simple, mantener horarios específicos para la alimentación, evitar grandes cantidades de grasa y azúcares refinados, así como promover la actividad física.