En su edición 18, el festival de fotografía y artes visuales PhotoEspaña 2015, que se iniciará el 2 de junio, dedica su programación a Latinoamérica con una panorámica que muestra su riqueza, efervescencia y solidez.

En ese contexto, México acude con tres exposiciones de gran calidad y rigor, donde los protagonistas son, por un lado Lola Álvarez Bravo (1907-1993), la más prolífica del siglo XX y figura clave del llamado renacimiento artístico posrevolucionario.

Acude también Ana Casas (Granada, España, 1965) y su serie Kiderwunsch, término alemán que hace referencia a la unión de palabras niño y deseo, un proyecto que tomó siete años y en el cual aborda la maternidad como una experiencia llena de contradicciones.

Completa la delegación mexicana la colectiva Develar y detonar, en la cual participan 53 artistas de diversas generaciones y procedencias geográficas, que muestran el vigor de la fotografía contemporánea nacional.

Así lo explica a La Jornada Mauricio Maillé, director de artes visuales de la Fundación Televisa, instancia a la que pertenecen las colecciones que se presentarán en Madrid.

Acerca del trabajo de Casas apunta que se trata de “una reflexión introspectiva acerca de los espacios de intimidad donde se generan momentos mágicos y dramáticos de vida cotidiana. Un mundo potente y arriesgado.

“En otra sala exhibiremos 75 obras de Lola Álvarez Bravo, fotógrafa clásica de la modernidad en México. Ella es prácticamente desconocida en Europa, nunca se le han hecho allá exposiciones importantes. Después de España, la muestra se va a París, donde jamás se ha exhibido. Por eso pensamos que va a causar muchísimas sorpresas.

Nueva lectura

“El curador James Oles propuso una nueva lectura del quehacer de Lola. Aunque se verán algunos de sus trabajos tradicionales, por ejemplo de su libro Acapulco en el sueño (1951), donde están fotografías emblemáticas, figuran también sus obras experimentales como el collage, sus imágenes urbanas, que son cercanas al universo de Manuel Álvarez Bravo. Sólo hay obra de las décadas de los 40, 50 y 60, que fueron las más prolíficas.”

Maillé señaló que les pareció oportuno presentar en PhotoEspaña, dentro de la exposición dedicada a Lola, un apartado para debatir acerca del origen de la copia fotográfica: Llevamos piezas que estaban en el archivo de Fundación Televisa y que fueron realizadas con motivo de la retrospectiva que se hizo en el Centro Cultural Arte Contemporáneo en 1992. No eran consideradas imágenes autorales, pero al pasar los años se convierten en un testimonio de la diversidad y tipos de impresión. Se presentarán al lado de fotos firmadas por Lola que podrían llamarse originales, entre comillas, para ver la interpretación que diversos impresores dan a una misma foto.

Mapa complejo e inquietante

La exposición colectiva Develar y detonar, en la que participan más de medio centenar de autores de diversas generaciones y procedencias geográficas, será como lanzar a PhotoEspaña 2015 una explosión del dinamismo de la creación contemporánea mexicana, adelanta Maillé.

Esa instancia, junto con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Centro de la Imagen, el Centro Cibeles, y la colaboración de la Secretaría de Relaciones Exteriores, así como la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, llevan a Madrid una muestra (que se inaugurará el 3 de junio) en la que los autores “confluyen para trazar un mapa complejo, contradictorio e inquietante del país.

“No tengo la menor duda de que Develar y detonar va a producir algo extraordinario –añade– y que muchos de los fotógrafos van a ser invitados por diferentes instituciones para integrarse a otras muestras. Hay jóvenes de veintitantos años que van con todo, respaldados por artistas como Maya Goded o Pablo López Luz.

Algunos de los chavos son el resultado del seminario que se imparte en el Centro de la Imagen, lo cual los ha dotado de formación muy consistente y capacidad para construir discursos, plantear un proyecto sólido.

Con Develar y detonar, reitera Maillé, entramos a un nuevo territorio de la fotografía nacional que tiene que ver con el México contemporáneo, donde está reflejada la diversidad de nuestro país, pero también los conflictos sociales, sin una estetización ni romanticismo. Ya no es el país idealizado, sino algo muy real de lo que está aconteciendo.

La exposición, curada por Ana Casas Broda, Gabriela González Reyes y Gerardo Montiel Klint, es una suerte de atlas que plantea preguntas, “pues abre la fotografía a reflexiones y diálogos. Por un lado, ‘develar’ nuevas formas de mirar y producir instantáneas y, por otro, ‘detonar’ una reflexión sobre la imagen contemporánea”, concluye.

Entre los fotógrafos seleccionados figuran Luis Arturo Aguirre, Daniel Alcalá, Mauricio Alejo, Melba Arellano, Julio Barrita, Fernando Brito, Koral Carballo, Andrés Carretero, Juan Carlos Coppel, Livia Corona, Alejandro Cossío, José Luis Cuevas, Beatriz Díaz, Romeo Dolorosa, Álex Dorfsman, Óscar Farfán, Miguel Fernández de Castro, Jesús Flores, Omar Gámez, Simon Gerbaud, Abraham Gómez, Ray Govea, Ricardo Guzmán, Juan José Herrera, Elisa Larvego, Alejandra Laviada, Carlos León, Octavio López, Antonio Lozano, Alexander Lucatero, Dolores Medel, Fernando Montiel Klint, Nelson Morales, Diego Moreno, Khristian Muñoz de Cote, Luana Navarro, Jael Orea e Yvonne Venegas.