Caracas.

El político opositor Leopoldo López, preso desde hace 15 meses, acusado de incitar a protestas antigubernamentales, se declaró en huelga de hambre para pedir a las autoridades electorales que fijen la fecha para elecciones parlamentarias.

López, recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, inició esta acción política en combinación con el ex alcalde de la occidental ciudad de San Cristóbal, Daniel Ceballos, quien hasta el sábado estuvo en la misma penitenciaría que el dirigente del pequeño partido Voluntad Popular.

El mensaje de López fue grabado en una angosta celda desde la cual afirmó que las elecciones parlamentarias –programadas para el tercer trimestre de este año, sin fecha precisa– serán una compuerta para el cambio en paz y en democracia.

El optimismo de López se basa en resultados de encuestas sobre la tendencia del voto en el país. Una, elaborada en abril pasado por la Universidad Católica Andrés Bello, mostró que 39 por ciento de los consultados sufragarán en favor de opositores, mientras 15.5 por ciento respaldarán al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela. Los indecisos constituyen 20 por ciento.

Poco después de que López y Ceballos iniciaron su huelga de hambre, el sábado por la noche, el ex alcalde de San Cristóbal fue trasladado desde Ramo Verde a una nueva prisión civil en el estado de Guaricó.

En un principio se especuló que Ceballos fue llevado a una de las penitenciarías más violentas del país en el poblado de San Juan de los Morros, 200 kilómetros al sureste de Caracas, pero poco después el titular de la Defensoría del Pueblo, Tarek William Saab, informó que el político fue enviado a un nuevo recinto en la misma localidad, inaugurado en febrero, con capacidad para mil 200 reos.

El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) solicitó que Daniel Ceballos sea trasladado nuevamente al sitio de reclusión para personas privadas de libertad por razones políticas. El sábado Human Rights Watch igualmente protestó por el cambio del ex alcalde.