Héctor Vasconcelos recorre ciudad perdida de Miguel Hidalgo
Inadmisibleque haya pobreza en la delegación con la avenida más lujosa
Domingo 24 de mayo de 2015, p. 35
En la ciudad perdida de Tacubaya, las promesas de campaña en los procesos electorales van y vienen, pero nuestra pobreza y abandono siguen siendo los mismos
, lamentan los habitantes de esta zona.
En medio de una creciente inseguridad y drogadicción, en los laberintos de una vecindad, donde viven alrededor de 170 familias, sus habitantes expresaron: Los que llegamos primero ya nos hicimos viejitos y nos vamos a morir, y esto no va a cambiar. Vienen piden el voto, se van y jamás vuelven
.
Esta y otras quejas escuchó ayer el candidato de Morena a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, Héctor Vasconcelos, a quien algunos vecinos, afines al PRD, vieron con recelo y hostilidad, y otros le expresaron su voto de confianza.
Vasconcelos señaló que entre la gente de la demarcación hay una expresión espontánea de furia y decepción total
hacia los políticos, porque han ofrecido de todo, pero nadie les ha cumplido. Este es el fracaso de PRI, PAN y PRD que han gobernado, no se trata de una cuestión ideológica o electoral, es una realidad
.
Consideró que es inadmisible que persistan estos enclaves de pobreza
en una delegación que destina cantidades millonarias para hacer la avenida más lujosa del mundo.
Durante su recorrido, conversó con vecinos, la mayoría mujeres, paradas en las puertas –algunas de tela– de estrechos cuartos, construidos con láminas de cartón, madera o tabique, en los que viven hacinadas familias numerosas.
María Elena Guerrero, de 56 años de edad, compartió que la última promesa que recibieron fue que les iban a edificar departamentos. Hay muchas juntas, pero no se hace nada. Nos mandan camiones para recoger la basura o nos dan una despensa, y con eso quieren arreglar todo
, expresó.
Entre los casos más tristes que encontró el candidato de Morena fueron el de una anciana de nombre Angélica, que se encuentra en el desamparo total en un pequeño cuarto de la vecindad, en el que sobrevive entre bultos de basura, así como el de una joven sordomuda identificada como Érika, quien no tiene ningún documento oficial ni cuenta con ayuda de las autoridades delegacionales.