Diez años después de la entrada en vigor del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en América Latina y el Caribe es donde más se ha avanzado en el diseño y aplicación de políticas públicas en la materia,señaló Érick Antonio Ochoa, de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) México.

Incluso, dijo, destacan progresos notables, como los de Uruguay, Brasil, Chile y Panamá, que los ha convertido en referente mundial de mejores prácticas.

En conferencia de prensa, la FIC México, el Consejo Mexicano contra el Tabaquismo, Comunicación, Diálogo y Conciencia (Codice), la Alianza contra el Tabaco (ACTA), el Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Aliento) presentaron ayer el informe de la sociedad civil sobre los avances del CMCT 2015.

Los integrantes de dichas organizaciones hicieron énfasis en que el Congreso de la Unión debe diseñar urgentemente enmiendas a la Ley General para el Control del Tabaco, con el propósito de proteger del humo los espacios públicos cerrados y las áreas interiores de trabajo; prohibir toda forma de publicidad, promoción y patrocinio; mejorar el tamaño de los pictogramas e las imágenes que advierten de los daños que ocasiona fumar y fortalecer los mecanismos de vigilancia sobre los contenidos de los productos que promueve la industria tabacalera.

Ochoa dijo que México, comparado con otros países de la región en el caso de ambientes libres de humo de tabaco, tiene el estatus de incumplimiento, mientras en advertencias sanitarias tiene 65 por ciento, 30 en imagen (la mínima recomendada) y 100 en leyenda.

Comentó que en el caso de impuestos, al no ajustarlos en los últimos años el país ha caído al octavo lugar, detrás de Uruguay, Argentina y el resto de los países citados”.

En vísperas de el Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora el próximo 31 de mayo, las organizaciones expresan que el tabaquismo es un importante problema de salud pública en México, por lo que sugieren incorporar el diagnóstico y tratamiento de la dependencia al tabaco, así como los servicios de asesoramiento sobre el abandono de esta adicción en programas, planes y estrategias nacionales de educación, con la participación de profesionales de la salud, trabajadores comunitarios y asistentes sociales.

Proponen detección oportuna y tratamiento adecuado de los fumadores en el primer nivel de atención, pues esta es la estrategia ideal para incidir sobre la mayoría de los fumadores (88.6 por ciento) que todavía no requieren tratamiento especializado.