El piloto Javier Razo revela que todavía no está en óptimas condiciones, pero ser líder tras ganar la primera fecha de la Supercopa en Guadalajara es la mejor forma de festejar que volvió a la vida tras el cáncer testicular que le fue extirpado, que se había extendido hacia el estómago y lo obligó a retirarse en estado terminal a medio campeonato Nascar 2014 para someterse a quimioterapia.

Enfrenté el tratamiento como una carrera más y afortunadamente a finales de diciembre nos dieron la buena noticia de que habíamos ganado, dijo el piloto de la escudería Seman Baker, el equipo a vencer en el naciente serial de autos stock cerrados.

No fue fácil; ha sido un camino bastante complicado porque no sabía si volvería a correr, ni siquiera si podría vivir. Entonces la victoria que tuvimos el pasado fin de semana fue algo increíble porque representó mi regreso. Tenía seis meses sin subir a un coche de carreras, anotó el capitalino quien en agosto del año pasado recibió de sus compañeros en Nascar la dedicatoria de la carrera de Chihuahua, a manera de despedida.

Nadie imaginaba su recuperación y menos con una bandera a cuadros en la carrera inaugural. “Esto lo soñé por mucho tiempo, lo deseaba mientras estaba en cama; era lo único que me mantenía con ganas de vivir, volver a mi pasión, que son los coches, así que estoy agradecido con Dios por esta manera de regresar, señaló.

“No puedo pedir más, haberme llevado todo desde las prácticas, desde que llegamos a Guadalajara siendo los más rápidos. Nos llevamos la pole position, la carrera y aparte la vuelta más rápida.

Creo que eso habla de un gran trabajo de equipo y las ganas de salir adelante, de celebrar la vida y la segunda oportunidad que me dieron, indicó el corredor de 27 años, quien continúa en evaluaciones periódicas.

Creo que las ganas y la actitud han sido claves para estar mejor hoy. No puedo decir que estoy al 100, pero trabajo fuerte para lograrlo, anotó.

El también llamado Equipo del Halcón, dirigido por Jorge Seman le guardaba a Razo el asiento, aunque se mudó este año a la Supercopa ante la debacle del serial Nascar, cuya organización viene a la baja y ha perdido tanto equipos como adeptos.